La igualdad de género en el movimiento cooperativo

21 de junio de 2014

La Igualdad de Género es una condición imprescindible para el desarrollo y la convivencia cotidiana en las organizaciones cooperativas por la coincidencia entre los planteamientos de los valores y principios del cooperativismo y el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres.

 

La Igualdad de Género es una condición imprescindible para el desarrollo y la convivencia cotidiana en las organizaciones cooperativas por la coincidencia entre los planteamientos de los valores y principios del cooperativismo y el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres.

Al garantizar la Igualdad de Género en una organización cooperativa, se está asegurando la práctica de sus principios, el desarrollo del recurso humano con equidad y el fortalecimiento de la relación de las organizaciones con su membresía, condiciones necesarias para que una cooperativas sean una organización económica y socialmente responsable como lo exige su naturaleza cooperativa.

El movimiento cooperativo se destaca por una fuerte participación de las mujeres, las cuales representan un alto porcentaje en la membresía de base de las organizaciones. Somos alrededor del 50% de las y los cooperativistas en los diferentes países de América Latina, y en los distintos sectores económicos donde tiene presencia el cooperativismo.

Desde esta perspectiva, el cooperativismo es un espacio estratégico desde donde se puede potenciar la participación económica de las mujeres en la sociedad con igualdad de oportunidades, lo que implica en la mayoría de los casos, el alivio a la pobreza que en la actualidad afecta mayoritariamente a las mujeres.

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Julia Herrera

Coordinadora del Proyecto de Certificación en Igualdad de Género en las Cooperativas. Confederación de Cooperativas del Caribe, Centro y Suramérica (CCC-CA)

A pesar de los principios cooperativos y la alta participación de las mujeres, las cooperativas han absorvido muchas prácticas patriarcales en los espacios socioeconómicos y políticos donde se desarrollan, tenemos aún muchas tareas pendientes  que desarrollar por la igualdad. Es por esto que en la actualidad  el Consejo Regional de Mujeres Cooperativistas (CRMC) y en general las redes de mujeres cooperativistas que están activas en Centroamérica, el Caribe y Sur América,  están levantando procesos encaminados al logro de sus reinvindicaciones.

Las mujeres Cooperativistas, tenemos una plataforma “LAS MUJERES POR LA PLENITUD PARA EL BUEN VIVIR”frase que resume las tres reinvindicaciónes más importantes y de largo plazo que nos permiten enmarcar los planes de trabajo y concretar nuestros esfuerzos y sueños cotidianos.

  1. La necesidad de fortalecer a las organizaciones cooperativas y al cooperativismo que son empresas socialmente responsables, como una estratégia para repensar el sistema económico  en función de la vida  y el “El Buen Vivir”
  2. Alcanzar la plenitud de las mujeres pasa por replantearnos la repartición del “espacio y el tiempo” para superar la división sexual del trabajo. La doble y triple jornada laboral acaba con nuestro tiempo, nos coloca, mayoritariamente, en el espacio doméstico y nos resta oportunidades para la participación en el espacio público, donde se maneja la política, la economía y la cultura entre otros aspectos. Las Mujeres en Plenitud queremos el derecho a determinar de manera autónoma nuestro desarrollo y nuestra realización.
  3. Finalmente esta plataforma reivindica el “Derecho a las Pasiones”, parte central de nuestra concepción de la plenitud. La necesidad que tenemos las mujeres de emprender cualquier lucha con toda la energía de la que somos capaces, es decir, con toda la intensidad necesaria. Muchas mujeres que nos antecedieron han luchado apasionadamente por sus intereses, contamos con muchos espejos maravillosos para poder mirar este camino de lucha. Por eso, en nuestra plataforma parafraseamos a Octavio Paz que en su libro la Doble Flama dice: “El siglo XXI es el siglo en que las mujeres transformarán sus pasiones en derechos”.

En este marco y desde el terreno, entre nuestras prioridades, se han promovido dos procesos importantes y necesarios para fortalecer la igualdad de género en las organizaciones cooperativas.

La creación de un Sello de Igualdad de Género para  las organizaciones cooperativas, que desde de la cultura empresarial cooperativa,  implemente un modelo de gestión y evaluación que apunte a las transformaciones institucionales necesarias y aplique acciones afirmativas para lograr la igualdad de género. La metodología de certificación cuenta con sistema de indicadores que se aplican en tres dimensiones de acuerdo a la naturaleza cooperativa: la dimensión política, la dimensión empresarial y la dimensión  asociativa.

Hasta el momento el Sello de Igualdad de Género lo están aplicando en las siguientes cooperativas:

–           Cooperativa productora de café “La Central” Honduras

–           Cooperativa productora de café Raos de Honduras

–           Cooperativa PRODECOOP de  Nicaragua

–           Cooperativa SOPEXCCA de Nicaragua.

–           Cooperativa “Mujeres Cuatro Pinos”, productora y exportadora de Vegetales en Guatemala

–           El Sistema para la certificación se está ampliando actualmente con el inicio del proceso en algunas federaciones y  en las cooperativas de Ahorro y Crédito.

La segunda prioridad consiste en la realización de acciones de capacitación para el  fortalecimiento del liderazgo de las mujeres y  el fortalecimiento del Consejo Regional de Mujeres Cooperativistas que funciona en la Confederación de Cooperativas del Caribe y Centro y Sur América (CCC-CA).

Es relevante señalar entre las acciones que actualmente se están dando por los derechos de las mujeres en el Movimiento Cooperativo Centroamericano, mediante el proceso de discusión para que las Leyes Cooperativas de la subregión contemplen una perspectiva de género, este proceso se lleva adelante impulsado por la Alianza de Mujeres Cooperativistas Centroamericanas quienes promueven procesos de incidencia en las asambleas legislativas de los países de Centroamericanos.

El movimiento cooperativista de la región se mueve, estamos tendiendo lazos y redes con los hombres cooperativistas, con otras organizaciones de mujeres, con diferentes empresas y sectores para que la igualdad de género sea una realidad para todas y todos.