La igualdad de género logró posicionarse como una de las demandas en la agenda pública de Argentina. La mayoría de las acciones se concentraron en la prevención y la erradicación de la violencia física y psicológica contra las mujeres, sobre todo en el ámbito doméstico, y si bien estas medidas son imprescindibles, también deben considerarse otras cuestiones relevantes.
Argentina padece un estancamiento de la tasa de participación laboral de las mujeres y sólo 6 de cada 10 mujeres entre 15 y 65 años está empleada o busca activamente un empleo, frente a 8 de cada 10 varones. Las mujeres jóvenes, madres y de hogares con menores ingresos son las que menos participan del mercado laboral y las que más obstáculos encuentran a la hora de acceder a puestos de trabajo decente. Adicionalmente, aquellas mujeres que logran ingresar al mundo laboral están más afectadas por el desempleo, por la informalidad y obtienen un salario promedio 21% inferior al de ellos.
Fortalecer el acceso de las mujeres al mercado de trabajo, así como las trayectorias laborales, la participación en puestos de dirección y su inclusión en sectores más dinámicos de la economía, es parte de la propuesta que están desarrollando PNUD Argentina, junto a ONU MUJERES, OIT y CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento) con una iniciativa denominada “Mujeres en el mercado de trabajo: una deuda y una oportunidad”, que procura visibilizar las inequidades de género en el mercado de trabajo y los perjuicios individuales y colectivos que traen aparejadas. El trabajo de perfil analítico y propositivo ofrecerá un menú de políticas públicas basadas en la evidencia que promoverá el cierre de esas brechas de género en el mundo del trabajo y contribuirá a generar las condiciones políticas, técnicas e institucionales para su implementación, tendiendo a la equidad de género en el sector privado y público.
Las principales brechas de género en el mercado de trabajo argentino serán analizadas en una publicación, prevista para fines de 2019, que contendrá un relevamiento de buenas prácticas, lecciones aprendidas, y recomendaciones de política pública para abordar de modo consistente el cierre de las mismas.
Primeros hallazgos + recomendaciones
Durante el pasado mes de abril, en la sede de la Embajada de Francia en Argentina, PNUD, ONU Mujeres, OIT y CIPPEC organizaron la jornada de trabajo “Mujeres en el Trabajo: ¿Cuáles políticas para cerrar las brechas?”, con participación de expertos/as provenientes de organismos internacionales, academia y sociedad civil.
En este marco, surgieron los primeros hallazgos de la investigación sobre el acceso y las trayectorias de las mujeres en el mercado de trabajo. Los datos hablan por sí mismos:
- Pese a un fuerte crecimiento en la participación laboral femenina desde la década del ‘70, a partir de los 2000 la brecha se mantuvo constante.
- El ingreso laboral promedio de las mujeres es 27% menor que el de los varones.
- En 2018, las mujeres representan el 42% de la fuerza laboral.
- La tasa de desocupación, subocupación y empleo no registrado es mayor en mujeres.
- La tasa de actividad y la de empleo es menor en mujeres.
- La participación de mujeres en puestos de decisión, tanto en el ámbito público como en el privado, continúa siendo menor a la de los hombres (especialmente en el ámbito público).
Dentro de las recomendaciones para promover el acceso y las trayectorias de las mujeres en el mercado de trabajo que fueron presentadas durante la jornada, se planteó la necesidad de contar con políticas para reducir las brechas laborales de género, principalmente aquéllas que permitan lidiar con restricciones sobre el tiempo (Problemática del cuidado). Éstas incluyen:
- Reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado que realizan mayormente las mujeres.
- Promover la adopción de políticas de corresponsabilidad social de los cuidados.
También se mencionaron políticas para promover el trabajo decente y la protección social, tales como:
- Implementar mecanismos para promover la contratación de mujeres.
- Fortalecer la perspectiva de género en las políticas de empleo y educación.
- Garantizar ingresos a través del mercado de trabajo y mecanismos de protección social.
Entre las propuestas enfocadas a lograr un cambio cultural, que derriben estereotipos y sesgos de género desde edades tempranas, se encuentran:
- Transversalizar la perspectiva de género en la educación inicial, primaria y secundaria.
- Implementar acciones afirmativas para promover un efecto aspiracional con mujeres como modelos referenciales.
- Realizar campañas públicas de sensibilización sobre la equidad económica de género.
Para atender las brechas a nivel institucional, también se propone fortalecer un sistema de rectoría de las políticas públicas de género.