El objetivo central de la intervención fue promover y contribuir a la salud y desarrollo de las preadolescentes con énfasis en la salud sexual y reproductiva. El esquema del proyecto involucró a tres actores: las niñas de 10 a 14 años, una mentora mujer –que podía ser la madre, una tía, una hermana mayor o una vecina- y las maestras de la escuela. El proyecto se articula sobre la base de la importancia de trabajar con las niñas en edades tempranas para poder sembrar cambios; en que la autoestima, la identidad de género y los derechos son ejes fundamentales para el empoderamiento de las mujeres de todas las edades, y sobre la importancia de la coordinación como mecanismo de potenciar acciones desde la experiencia y la pericia.

Necesidades:

Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina; del total de su población, 50% es menor de 15 años, y el 51% son mujeres. La edad de las niñas de 10 a 14 se caracteriza por ser una etapa de transición en la cual los adultos tienden a no reconocer los derechos y capacidades de las niñas. Es entonces, también, cuando es más factible propiciar cambios, pues la mayoría de las niñas siguen en la escuela, son más accesibles y aún tienen algo de la autonomía que van perdiendo en la pubertad.

¿Cómo se logró?:

La convocatoria general se realizó en escuelas; luego se entrevistaron a niñas para seleccionar un grupo de 60 promotoras quienes a su vez identificaron a diez muchachas más. Se realizaron talleres que incluían temas como la autoestima, identidad de género, sexualidad, comunicación asertiva, relaciones de noviazgo y amistad, métodos anticonceptivos, violencia de género, ITS/VIH, y otro que hacía referencia a algo distinto que estas niñas querrían para su propia vida y la de su/s hija/s, cuando llegara el momento. Adicionalmente, se realizaron reuniones periódicas de planificación y evaluación. Para mantener a las niñas en el proyecto se diseñaron varias estrategias como invitaciones escritas con copia a los padres, competencias entre zonas por niveles de cumplimiento y diversas actividades lúdicas.

¿Qué aprendimos?:

La utilidad de apoyarse en adolescentes facilitadoras de la misma localidad. La necesidad de fortalecer la relación con los demás (auto eficacia) con herramientas de negociación y el fortalecimiento del derecho a decir «no». La importancia de los temas de apropiación del cuerpo, identificación y reconstrucción de mitos relativos al género y la sexualidad. Fue útil el que existiera un enfoque de flexibilidad en la ejecución, para irla adaptando o cambiando según lo requería el proceso.

Organización:
Centro de Estudios y Promoción Social

País:
Nicaragua

Correo:
[email protected]; [email protected]

 

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