La creación de una Escuela de Formación Política para las mujeres que son autoridades locales, sustentada en la Teoría Dialéctica del Conocimiento que considera a las personas como centro del proceso formativo, partiendo de sus necesidades, sentires, creencias y prácticas. Por lo tanto, su proceso formativo tiene como punto de partida la vida cotidiana y práctica de ejercicio del poder de las mujeres participantes, problematiza la práctica, la deconstruye encontrando los niveles macro y micro de la subordinación de género, teoriza sobre la praxis social, tomando en cuenta los aportes de la Teoría y Práctica Feminista y de las Ciencias Sociales y propone el retorno a la práctica personal y social de las mujeres para transformarla de cara a los conocimientos, mecanismos, herramientas y decisiones asumidas en el proceso formativo.
Necesidades: En la última década, se han producido numerosos avances en la participación política de las mujeres ecuatorianas. La constitución actual (2009) reconoce la representación paritaria de mujeres y hombres en los cargos de nominación o designación de la función pública (Art. 65); sin embargo, la estructura y la ideología patriarcal discriminan dificultan el ejercicio de este derecho. A pesar de los obstáculos, las mujeres han asumido cargos de representación popular superando barreras y obstáculos como la asunción «como natural» de que las mujeres trabajen en el espacio comunitario como parte extendida de las labores de cuidado y protección de la familia o como que la ruta para la participación política es un camino pensado a medida de los hombres. Se identifica la necesidad de formación, capacitación e información para mujeres autoridades o que quieren incursionar en espacios de poder y decisión. Precondiciones: – Crecimiento de la participación política de las mujeres y el acceso a cargos de autoridad política en gobiernos locales. – Un proceso de fortalecimiento de comunicación e intercambio de experiencias entre las asociadas. – La sistematización de experiencias permitió ubicar distintos procesos de aprendizaje de las mujeres en el ejercicio de la autoridad política. – Propuestas de capacitación y formación política para un mejor ejercicio de la autoridad política, el cumplimiento de los derechos de las mujeres y la eliminación de su subordinación y discriminación. – Necesidad de generar procesos sostenibles de formación política a las socias. – Crear una cultura institucional orientada hacia la autogestión económica. – Débil formación profesional y oportunidades de formación política con temas validados desde la experiencia y la teoría de las mismas socias. Logros: En el transcurso de un año y seis meses de estudios de pre-factibilidad, factibilidad, lobby, cabildeo, negociación, hemos logrado: Posicionamiento político de la AMUME a nivel local, regional, nacional e internacional. Incremento de mujeres electas para autoridad en los gobiernos locales. Aumento de confianza institucional e incremento de agencias financiadoras. Sistematizar tres años de capacitación y generación de conocimiento. Generar oportunidades de sistematización de dos períodos políticos de la actual administración. Elaborar una propuesta de Ley contra el acoso y violencia política en razón de género, a través de la central de llamadas, servicio creado por la AMUME para asesoría política, técnica, humana y legal. A través de este mismo medio, se seleccionaron los temas para la Escuela. Fortalecimiento organizativo e institucional. ¿Cómo se logró?: A través de acciones de incidencia política con entidades e instituciones, realizadas por el Grupo de Incidencia Política liderado por la Presidenta de la AMUME, que fue creada a propósito de los casos de violencia política recibidos en la central de llamadas. Este mecanismo es empleado por la organización como un termómetro político a nivel nacional a través de las preguntas y respuestas más frecuentes realizadas por las socias y demás usuarias y usuarios del servicio. Después del esfuerzo que AMUME invertía para formar a sus socias de cara a las elecciones bianuales de autoridades locales, puso en marcha la idea de la Escuela como propuesta de formación permanente y sostenida para sus socias y otras mujeres políticas así como de técnicos/as municipalistas y de otras entidades vinculadas al accionar político local y nacional. La Escuela ha obtenido el aval académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO. A través de la realización de una lectura y relectura de los escenarios políticos y varios ejercicios de proyección política, ejercicios a los que asistieron a través de conversatorios las agencias antes mencionadas, así como mujeres de organizaciones sociales y política fraternas. Se llevaron a cabo estudios de pre-factibilidad y factibilidad financiera, un plan operativo, la malla curricular, propuesta pedagógica y trípticos promocionales, un portal, dos informes de consultorías técnica y política. ¿Quiénes lo hicieron posible?: INSTRAW mediante alianzas de RIMIPS-AECID; convenio de cooperación conjunta entre AMUME con UNIFEM, PNUD y UNFPA; La Asociación Cristiana de Jóvenes ACJ con financiamiento de ICCO Holanda; Asoc. De Municipalidades Ecuatorianas AME y GTZ; y FLACSO. Fortalezas y debilidades: Fortalezas: Los contenidos de los módulos de la Escuela son el resultado de un proceso de sistematización de tres años y fue validado por las mujeres socias de la AMUME y de mujeres políticas de elección popular de cinco ciudades del país. Construcción de identidad y apropiamiento del proceso de formación política y fortalecimiento institucional. Posicionamiento de la AMUME a nivel local, regional, nacional e internacional. Debilidades: La falta de cultura de pago de las socias a las obligaciones institucionales. Sólo tiene financiamiento para dos ciclos de 4 meses cada uno. La distancia, los desniveles de instrucción formal. La oferta de capacitación sin costo es una amenaza para la Escuela, por cuanto existen recursos canalizados a través varias fuentes de la cooperación, incluso de Naciones Unidas para financiar el 100% de los talleres, generando una oferta desleal. ¿Qué aprendimos?: Que los procesos de cambio se hacen colectivamente. Que las mujeres autoridades locales son actoras claves en los gobiernos locales para la incidencia política. Que las mujeres políticas generan nuevas prácticas en el ejercicio de los gobiernos locales. Que se requiere de procesos de formación y capacitación permanentes para la profesionalización en el ámbito político. Que constantemente hay que actualizarse en los temas de la política, especialmente nacional. |
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