El proceso buscaba viabilizar y fortalecer la participación de mujeres en el proceso de la Asamblea Constituyente, considerando criterios de inclusión, equidad de género, justicia social e interculturalidad. El «Movimiento de Mujeres Presentes en la Historia», constituido por más de 25.000 mujeres a lo largo y ancho del país, que han participado en más de 400 espacios, en más de 170 municipios rurales y urbanos, eventos departamentales y nacionales para construir una propuesta común desde las mujeres para el nuevo texto Constitucional. Ha generado sus propuestas desde diversas tendencias ideológicas, diversas regiones y visiones, mujeres urbanas, rurales, indígenas, originarias, campesinas y afrodescendientes. El Movimiento definió principios y ejes transversales para la Carta Magna, sobre el tipo y estructura del Estado, los Derechos individuales y colectivos y los diferentes regímenes (Económico, Financiero y Laboral, Tierra- Territorio y Recursos Naturales y Social y Familiar), que fueron incorporados en la redacción del Nuevo Texto Constitucional.

Necesidades:

Tradicional ausencia de las mujeres en los procesos de toma de decisiones del país. Ante la inminencia de una Asamblea Constituyente en Bolivia, en 2004, se gestó el Proyecto por iniciativa de cuatro redes nacionales que trabajan desde hace más de una década en la búsqueda de una sociedad con mayores niveles de equidad, democracia y justicia social, a través del pleno ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.

Precondiciones:

– Presencia de expresiones diversas del movimiento de mujeres. – Cooperación internacional para desarrollar los procesos. – Voluntad política de las organizaciones de mujeres para articularse e impulsar propuestas comunes. – Ley Especial de Convocatoria a la Asamblea Constituyente permitió la presencia de mujeres asambleístas.

Logros:

Como resultado, la nueva Constitución de Bolivia incorpora en el texto constitucional los principios de equidad y acción afirmativa, igualdad y no discriminación; el uso de lenguaje no sexista; la homologación de convenios internacionales en relación a los derechos de las mujeres; el planteamiento de derechos específicos de las mujeres (violencia, derechos sexuales y reproductivos, participación política, derechos laborales, acceso a la tierra, etc.) y reconocimiento del trabajo doméstico.

¿Cómo se logró?:

Las estrategias utilizadas fueron la formación y capacitación, la promoción de consensos, la incidencia, la comunicación y difusión, la producción de conocimientos y la articulación del Movimiento de Mujeres a nivel departamental y nacional. Se utilizaron herramientas como: talleres regionales; nueve Asambleas orgánicas; producción y difusión de 20 cuñas y microprogramas (en español, quechua, aymará, guaraní y español regionalizado, con énfasis en radios de alcance rural); producción de materiales de un video documental y un boletín electrónico de distribución permanente durante el proceso; sistematización de las propuestas de las mujeres hacia la Asamblea Constituyente recogidas en 170 municipios urbanos y rurales, sectores y organizaciones matrices a nivel nacional y encuentros nacionales y departamentales para la socialización, validación y ajuste de las propuestas. También se llevaron a cabo eventos y acciones directas de incidencia política con mujeres y hombres Asambleístas electos y en las comisiones que trabajaron las propuestas.

¿Quiénes lo hicieron posible?:

Mujeres por la Equidad y la Igualdad (AMUPEI), la Coordinadora de la Mujer, el Foro Político Nacional de Mujeres y la Plataforma de la Mujer. Se coordinó también con otras instituciones vinculadas con el tratamiento específico de derechos de las mujeres, estado laico, vivienda, grupos GLBT, Católicas por el Derecho a Decidir/Bolivia, generando alianzas estratégicas. Asimismo se coordinaron las acciones con organizaciones sociales nacionales de mujeres campesinas, afrobolivianas, indígenas del oriente, trabajadoras por cuenta propia, de ayllus y marcas del Kollasuyo, de zonas urbano populares.

Fortalezas y debilidades:

Fortalezas: – La consistencia y legitimidad de las propuestas (más de 20.000 mujeres participaron en el proceso a nivel nacional). – El trabajo de articulación de diversidades y territorios (mujeres campesinas, sindicalistas, mujeres de zonas urbano populares, trabajadoras por cuenta propia y profesionales, etc.). – Las acciones de incidencia con asambleístas hombres y mujeres, representantes de organizaciones colegiadas relacionadas con el accionar de la Asamblea Constituyente, organizaciones sindicales y otras. – Las estrategias de comunicación y difusión de las propuestas desarrolladas.

¿Qué aprendimos?:

– La importancia de acciones articuladas para incidir con mayor fuerza y visibilizar las demandas de las mujeres. – La necesidad de construir alianzas en base a objetivos comunes entre las diferentes expresiones del movimiento de mujeres. – La importancia de construir colectivamente las propuestas para garantizar su legitimidad y apropiación por parte de las organizaciones. – La importancia de construir estrategias de incidencia flexibles que se adapten a los diferentes momentos políticos y permitan readecuar permanentemente las acciones.

Organización:
Coordinadora de la Mujer

Contacto:
Katia Uriona G.

País:
Bolivia

Correo:
[email protected]