Hoy, 3 de junio de 2015, mujeres, hombres, jóvenes, organizaciones sociales, de mujeres, feministas, artistas, políticos de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y México, y muchos otros países de la región, se unen para decir «Basta de Femicidios».

 

 

Hoy, 3 de junio de 2015, mujeres, hombres, jóvenes, organizaciones sociales, de mujeres, feministas, artistas, políticos de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y México, y muchos otros países de la región, se unen para decir «Basta de Femicidios».

La convocatoria surgió del hastío, del dolor, de la impotencia por la constante y rítmica acumulación de noticias sobre mujeres, muchas de ellas adolescentes, asesinadas en Argentina en los últimos tres meses y desencadenó la necesidad de gritar en las calles, fuerte y claro: #niunamenos.

Ni una menos es la consigna que se expandió por las redes sociales desde Argentina a toda la región y fue tomando forma hasta llegar a una convocatoria regional que hoy suma más de 80 ciudades de Argentina y varios puntos de encuentro en varios países Latinoamericanos. La voz común logró poner en cuestión el contrato social patriarcal (que ninguna de nosotras firmo antes de nacer pero en la que todas estamos en vuelta), logró poner en cuestión la violencia machista, la autoridad y orden de dominación masculina, que antepone la violencia contra la autonomía y el cuerpo de las mujeres.

La convocatoria, abierta a todas y todos, plantea 5 demandas claras, que logran ser un llamamiento para la acción a todos los países de la región:

1. Implementación, con recursos y monitoreo, del Plan Nación de Acción para la Prevención, la Asistencia y la Erradicación de la violencia contra las mujeres, que establece la Ley 26.485, y todas las Leyes para prevenir, sancionar, erradicar y reparar la violencia contra las mujeres promulgadas en la región.

2. Garantizar el acceso de las víctimas a la Justicia, (con personal capacitado), y que impidan la revictimización, y que las víctimas cuenten con asistencia jurídica gratuita durante todo el proceso judicial.

3. La elaboración de un Registro Oficial Único de víctimas de violencia contra las mujeres.

4. Garantizar y profundizar la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos. Para ello, es imprescindible capacitar y sensibilizar a las y los docentes y directivos.

5. Protección garantizada de las víctimas de violencia, con monitoreo electrónico de los victimarios «para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que les impone la Justicia».

Estas propuesta coincide plenamente con las prioridades que plantea la campaña del Secretario General de Naciones Unidas «Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres», que ha sido también muy activa en el país a través de las agencias de Naciones Unidas en Argentina.

En palabras de Marta Dillon, periodista argentina «si algo puede transformarse después de la concentración del 3 de junio es porque se habrá puesto en la agenda pública, con la fuerza de una presencia masiva y diversa en las calles de la región, que es necesario delatar los mecanismos de un sistema patriarcal que ya no se resiste pero que se defiende de la decadencia a golpes de puño. Que es necesario revalorizar las voces de las mujeres que resisten, escuchar lo que dicen, privilegiar sus decisiones autónomas con el acompañamiento del Estado y también de cada uno y cada una que si antes miraba para el costado ahora tiene que saber que no puede hacerlo más. Y que la libertad de unas abre espacios para todos».

El desafío es ir contra la indiferencia, el desafío es poner el cuerpo, la voz y tomar las calles, el desafío es transformar este grito de hastío en acciones para poner fin, definitivamente, a la violencia contra las mujeres. Porque nos importa que la muerte de miles de mujeres de América Latina y el Caribe no sean olvidadas, pero más nos importan sus vidas, sus historias, sus deseos, porque las queremos vivas. ¡Ni una menos!

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Guillermina Martin

(Nota realizada a partir de información de las redes sociales y notas de prensa de diarios de Argentina)