Laboratorio de Aceleración, PNUD Guatemala
El Laboratorio de Aceleración se basa en ciclos de aprendizaje de 100 días para reconocer lo que funciona y lo que no funciona, a través del mapeo de soluciones, exploración y la experimentación.
Como Laboratorio de Aceleración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD- en Guatemala, comenzamos nuestro viaje de mapeo de soluciones para comprender cómo las personas logran ser resilientes al cambio climático. A pesar de que es un desafío tan complejo y tiene una amplia gama de dimensiones para abordar y comprender el desarrollo sostenible, decidimos comenzar a indagar las prácticas espontáneas de separación y reciclaje de los desechos sólidos en el Municipio de Guatemala y su relación al cuidado del ambiente.
La tarea de la recolección de desechos sólidos domiciliares en la ciudad, ha sido un servicio otorgado por pequeñas empresas privadas, y que principalmente la han desempeñado jóvenes y hombres adultos tanto en la conducción de los camiones (amarillos principalmente), como en la recolecta a cada depósito domiciliar por estos trabajadores.
En nuestra primera exploración territorial al vecindario entorno al Vertedero de la Zona 3, tuvimos oportunidad de observar (adicional a las actividades de recolección), a una serie de actores que están desempeñando actividades de separación selectiva de desechos. También la operación de pequeños centros de acopio de material especializado e intermediarios que facilitan la conexión a otros actores en esta cadena de recuperación y reciclaje de desechos sólidos.
Dentro de esta cadena, sin embargo, operan mujeres que también destacan por su liderazgo y emprendimiento dentro de este sistema informal. Un ejemplo de este tipo de emprendimiento es el de Doña Elsy Marina Castillo, quien tiene una función de intermediaria, especializándose en el acopio de plásticos específicos, su habilidad en el manejo en la comunicación dentro de otras redes para la venta con fines de reutilización y/o reciclaje.
Doña Elsy, junto con otros actores han desempeñado estas actividades entre 30 y 40 años. Ella particularmente inició en el negocio hace 35 años, cuando aún residía junto con su familia en un terreno baldío, el cual ocuparon hasta hace 18 años, cuando tuvieron que retirarse ante el reconocimiento de la propiedad legalmente. Actualmente reside en Villa Linda, un municipio primordialmente residencial, en las periferias del área metropolitana. Doña Elsy viaja todos los días en un vehículo propio que se logró procurar con su negocio para desempañar sus actividades diarias a este barrio. Actualmente están arrendando una propiedad muy cercana al Vertedero, aprovechando la proximidad a este mismo y las actividades de separación informal que se ejercen.
Doña Elsy Marina Castillo, emprendedora local en reutilización y reciclaje de plásticos. Paola Constantino, responsable de Mapeo de Soluciones del Laboratorio de Aceleración.
En cuanto a su negocio, ella opera la administración y comunicaciones, estableciendo redes de apoyo con otras mujeres, quienes le ayudan a la separación de contenedores plásticos de alta densidad y resistencia, ya que se especializa en galones utilizados para envasar cloro o líquidos de higiene con composiciones químicas. Actualmente opera en la recuperación y venta para reutilización de 100 a 200 contenedores diarios, lo cual no solo depende de la demanda de sus compradores y que muchos provienen de pequeñas ferreterías para la reutilización en la distribución y venta de líquidos con componentes químicos, sino su operación también depende de la calidad de higiene del envase.
Este punto llama mucho nuestra atención, ya que la mayoría de los generadores de desechos sólidos de carácter domiciliar en la ciudad, no separa los desechos actualmente desde la fuente. Al ser mezclados con otros residuos inevitablemente se contaminan y “ensucian” más, por lo que es necesario ejercer actividades más profundas de limpiado de este material. Doña Elsy con ayuda de otras mujeres logra realizar el lavado de hasta 200 envases diarios, sin embargo, nos preguntamos, ¿cuántos envases más podría recuperar e incorporar a sus operaciones si estuviesen más limpias? Sin lugar a duda, su trabajo sería más fácil, utilizaría menos agua para el proceso de lavado y podría generar un mayor valor económico, sin mencionar la mejora en las condiciones laborales a estas mujeres.
Aunque esta fue una primera aproximación a este sistema, en que destaca el liderazgo de las mujeres, como doña Elsy, hemos podido reconocer los beneficios que generan en distintas dimensiones.
- Autoaprendizaje. Ella y su red de apoyo han visualizado un nicho de oportunidad en el aprovechamiento de plásticos, derivado de una experiencia de más de 30 años. El instinto de resiliencia ante la exclusión a las oportunidades económicas en este campo del mercado laboral ha generado valor a una cadena de recuperación informal que no solo aporta beneficios económicos.
- Aunque la mayoría de los actores involucrados en esta red no son conscientes de los beneficios ambientales que provocan sus actividades ordinarias, los beneficios podrían cuantificarse por la cantidad de toneladas y volumen de desechos que están evitando descargar en el Vertedero, reduciendo los impactos ambientales.
- Articulación de redes. Doña Elsy es conocida tanto en el vecindario como en las redes de compradores que rebasan las fronteras del barrio. Así como ella, cada uno de los actores realiza su propio proceso mostrando que la división del trabajo ha generado oportunidades de empoderamiento económico a otras mujeres y la eficiencia y emprendimiento económico dentro de esta cadena de recuperación.
- Es necesario promover la separación de los desechos desde la fuente, (orgánicos e inorgánicos), y que generaría más valor en la cadena de recuperación, en particular, mejorando las condiciones laborales de mujeres y hombres.
Como Laboratorio de Aceleración en Guatemala, queremos profundizar en estos sistemas identificados hasta ahora y ver las oportunidades de crecimiento que pueden tener explorando y experimentando, en particular para las mujeres, conectando los resultados de este primer mapeo con más ciclos de aprendizaje.