El sello de igualdad de género de PNUD es un proceso de certificación corporativa que reconoce el buen funcionamiento de las Oficinas de País del PNUD, Centros de Servicio Regionales y la Sede en la entrega de resultados para la Igualdad de Género. El proceso proporciona un marco claro para guiar a directivos en la vinculación de la igualdad de género en el trabajo con resultados de desarrollo. PNUD ha adaptado este concepto de los programas de certificación de Igualdad en América Latina, apoyado por el centro de servicio Regional del PNUD en Panamá. En esta ocasión queremos acercarnos a la experiencia de El Salvador para conocer los retos y aprendizajes.
El sello de igualdad de género de PNUD es un proceso de certificación corporativa que reconoce el buen funcionamiento de las Oficinas de País del PNUD, Centros de Servicio Regionales y la Sede en la entrega de resultados para la Igualdad de Género. El proceso proporciona un marco claro para guiar a directivos en la vinculación de la igualdad de género en el trabajo con resultados de desarrollo. PNUD ha adaptado este concepto de los programas de certificación de Igualdad en América Latina, apoyado por el centro de servicio Regional del PNUD en Panamá. En esta ocasión queremos acercarnos a la experiencia de El Salvador para conocer los retos y aprendizajes.
El sello de género del PNUD es parte de la estrategia de toda la organización para el avance de la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres en todas las áreas de su trabajo. El sello de igualdad de género establece unas normas mínimas y tiene 44 puntos de referencia en siete áreas clave: (i) sistemas de gestión; (ii) capacidades; (iii) entorno; (iv) gestión del conocimiento; (v) programas y proyectos; (vi) sociedades; y (vii) resultados/impactos. Basado en el porcentaje de indicadores satisfactorios, las oficinas del PNUD se conceden medallas de bronce, plata u oro.
En 2012, PNUD comenzó pilotando la iniciativa de certificación con oficinas en los tres países: Argentina, Bhután y Kirguistán — y es ahora el sello de género 31 oficinas de país, el Centro Regional del Pacífico del PNUD y las oficinas regionales del PNUD para Asia y el Pacífico.
En el proceso del sello 2013-2014 fueron 25 ganadores, entre los cuales destacan en la Región de América Latina y El Caribe: Cuba, Nicaragua, El Salvador y Jamaica. Queremos acercarnos a los países que han sido parte del Proceso, en este caso la experiencia de El Salvador:
¿Desde dónde partimos?
La finalización de la primera fase piloto del Sello de Igualdad de Género del PNUD nos hizo conocer esta importante iniciativa. A partir de ese momento decidimos sumarnos al proceso, al verlo como una guía para avanzar en la transversalización del enfoque de igualdad y equidad de género en nuestro trabajo.
Tras una primera lectura de nuestra situación, sobre la base de indicadores definidos nos dimos cuenta de que la oficina se encontraba por debajo del 50% de cumplimiento de las metas propuestas a través del Sello.
Ante esto, el PNUD El Salvador aceptó el desafío de iniciar un proceso de aceleración de la inclusión del enfoque de género. Para ello, contamos con el apoyo del Área de Práctica de nuestro Centro Regional, quienes desde un principio nos acompañaron dándonos a conocer la metodología de trabajo.
Además del deseo de trabajar con igualdad y equidad en nuestra oficina, nuestra motivación inicial también fue el pasar por este proceso para que a partir de las lecciones aprendidas pudiéramos acompañar a las contrapartes nacionales en un esfuerzo por establecer el programa de certificación en igualdad de género a nivel nacional tanto para el sector público como para el sector privado. Para ello, junto con 44 países, nos sumamos a la segunda fase piloto de los sellos en 2013, atendiendo la invitación de la entonces Administradora Asociada Rebeca Grynspan.
Lo que vimos en el sello fue la oportunidad de ser parte de un proceso que nos permitiera profundizar el compromiso para la transversalización del enfoque de género a todo nivel; acelerar los esfuerzos de cambios en materia de igualdad y equidad y favorecer una mejor articulación entre lo interno y lo programático. La consigna era «acelerar a toda marcha».
¿Qué hicimos?
Nuestra primera acción fue resucitar el equipo de género de la Oficina, o «Gender Cluster», que había estado aletargado por un largo tiempo. Esto se hizo asegurando amplia participación de parte del personal de la oficina. El Gender Cluster tuvo la consigna de promover toda acción relacionada con la transversalización, igualdad y equidad de género adentro de la oficina, haciendo del camino hacia el Sello una importante ruta crítica por seguir.
Desarrollamos nuestra primera autoevaluación formal que se constituyó en nuestra línea de base, habiendo alcanzado un 69% de los 41 indicadores. A partir de ella, diseñamos participativamente un plan de mejora que puso especial énfasis en los componentes e indicadores de más bajo desempeño. El proceso de diseño fue un debate muy rico en alternativas y oportunidades de mejora. El proceso de implementación implicó además ser creativos en buscar alternativas de bajo costo pero de gran impacto.
Uno de los desafíos más importantes para la oficina era el asegurar que el 100% del personal contara con la formación básica de género (Gender Journey). En varias ocasiones previas se había intentado, pero jamás se había logrado. El Representante Residente en ese entonces, Roberto Valent, hizo una invitación a todo el personal para que realizara varios cursos, estableciendo fechas límites. Sin embargo, al concluir el plazo, algunas y algunos colegas seguían sin completar la meta, por lo que nuestro representante fue personalmente a cada una de las oficinas para invitarles a finalizar el curso e indicarles una nueva fecha límite. El objetivo se logró.
En el proceso, nos dimos cuenta de que el Gender Cluster necesitaba contar con personas claves de las áreas de Monitoreo y Evaluación, quienes fueron prontamente integradas a ese equipo. Además, se buscó el impulso para desarrollar más ideas innovadoras. Por ello, a mediados de 2014 la oficina llevó a cabo la «Semana de la Igualdad de género», en la que ejecutamos varias acciones para promover la equidad e igualdad entre todo el personal.
Una de las actividades más relevantes esa Semana fue la realización de un foro sobre buenas prácticas de género, en el que cada área de programas invitó a una de sus contrapartes para que compartiera los resultados de experiencias de transversalización llevadas a cabo en conjunto. El intercambio fue sumamente enriquecedor y permitió visibilizar que todas las áreas, con mayor o menor profundidad, estaban realizando esfuerzos para la inclusión del enfoque de género en programas y proyectos.
También en el marco de la Semana iniciamos una campaña para dar a conocer historias cotidianas de compañeras o compañeros de trabajo que con su labor rompían estereotipos. La campaña se tituló: «Rompiendo estereotipos de género… transformamos nuestra sociedad», la cual ha continuado ejecutándose en 2015.
Después de nuestra autoevaluación llevada a cabo en la segunda mitad de 2014, la oficina tomó la decisión de esperar hasta 2015 para llevar a cabo la misión de evaluación del sello. A finales de 2014 recibimos la excelente noticia de haber sido certificados con el Sello de Igualdad de Género en el nivel de Plata, habiendo obtenido un 82%. Lo anterior nos permitió recibir a inicio de 2015 una misión de asistencia técnica de parte del equipo de Género del Centro Regional que nos precisó aún más la ruta de mejora para el logro de la igualdad de género en la oficina de país.
¿Qué logramos y que no?
Lo que hemos logrado a partir del proceso del Sello de Género ha sido el contar con una clara identificación de nuestras fortalezas y desafíos en materia de igualdad y equidad de género. Entre las primeras están: las capacidades del equipo de trabajo, la gestión del conocimiento y comunicaciones, las alianzas generadas, y los resultados e impactos sustantivos alcanzados. Las dimensiones del sello de género que representan oportunidades de mejora son el sistema de gestión de igualdad de género de la oficina, el clima organizacional y nuestros programas y proyectos.
Hemos logrado vernos como una oficina con una larga tradición de trabajo en igualdad y equidad de género que ha conseguido avances importantes como el contar con la primera estrategia de género en la región. Sin embargo, tenemos claridad de que requerimos crear nuestra visión de trabajo para los próximos 5 años.
¿Qué sigue?, ¿Hacia dónde vamos?
La iniciativa del sello de igualdad de género nos ha permitido una reflexión sobre la situación de la igualdad y equidad de género, así como la identificación de campeonas y campeones que apuestan decididamente a este propósito y el reconocimiento de la importancia de la igualdad de género en todo nuestro quehacer organizacional.
Por lo anterior, nuestros desafíos son seguir profundizando en los avances alcanzados así como en nuestras fortalezas y atender nuestras debilidades, contando para todo ello con los hombres como socios de las mujeres en este proceso. Queremos expandir el aporte del sello de igualdad de género hacia dentro y fuera de nuestra oficina, llevando indicadores de género a nuestras contrapartes y apoyando al sector privado en el trabajo a favor de la igualdad.
Para más información sobre el proceso: genderseal@undp.org o raquel.lagunas@undp.org.
Conoce más a través de un video: VER