Diciembre, 2016. PNUD ha desarrollado una serie de mecanismos de rendición de cuentas para asegurar que sus compromisos en materia de igualdad de género se concreten. Entre estos mecanismos, queremos destacar el del Sello de Igualdad de Género.

 

 

PNUD ha desarrollado una serie de mecanismos de rendición de cuentas para asegurar que sus compromisos en materia de igualdad de género se concreten. Entre estos mecanismos, queremos destacar el del Sello de Igualdad.

El sello de igualdad de género de PNUD es un proceso de certificación corporativa que reconoce el buen funcionamiento de las Oficinas de País del PNUD, Centros de Servicio Regionales y la Sede en la entrega de resultados para la Igualdad de Género. El proceso proporciona un marco claro para guiar a directivos en la vinculación de la igualdad de género en el trabajo con resultados de desarrollo. PNUD ha adaptado este concepto de los programas de certificación de Igualdad en América Latina, apoyado por el centro de servicio Regional del PNUD en Panamá.

El PNUD reconoce que hay que aprovechar la experiencia acumulada por la institución y por parte de una amplia variedad de actores en los últimos 20 años donde ha habido esfuerzos importantes para integrar la igualdad de género en el quehacer del desarrollo y desarrollar nuevos modelos de transversalización.

Esta herramienta se ha implementado en 44 oficinas de país y va a ser introducida en el 2017 a los 5 Centros Regionales del PNUD incluyendo, el Centro Regional de Panamá. El Sello PNUD es una herramienta que aborda la transversalización de género de forma integral incluyendo sus políticas y programas, así como el trabajo de operaciones y recursos humanos. Propone que resultados sensibles al género requieren (además de los cambios en los procesos de programación) cambios en los resultados institucionales.

La teoría de cambio del Sello PNUD propone que mejorar las capacidades y compromisos del personal en temas de género es esencial para optimizar los resultados programáticos de la organización. Se asume que mayores y mejores capacidades en la transversalización de género, junto con un liderazgo proactivo, son una pre-condición para optimizar resultados de desarrollo sensibles al género o «gender responsive» a nivel de país, regional y global. Para este efecto, el sello PNUD considera que el cambio se debe llevar a cabo en 4 esferas para lograr que los resultados de programa respondan a la igualdad sustantiva: la dimensión personal, la dimensión sistémica, la dimensión formal y la dimensión informal.

El sello PNUD consiste en un proceso de certificación que conlleva la implementación de una estrategia desarrollada por el personal de la unidad que se certificara (en este caso el Centro Regional de Panamá) para abordar las brechas de género identificadas tanto en operaciones como en aspectos de programa. Actividades que se implementan en un periodo de 12 meses incluyen:

• Compromiso por escrito de la alta gerencia

• Establecimiento de un Comité de Género liderado por el Gerente de mayor rango en la unidad

• Diagnóstico de brechas de género y transversalización (temas operativos de recursos humanos, de políticas y de programas) utilizando una matriz de 7 dimensiones con 40 indicadores cuantitativos y 78 indicadores cualitativos;

• Desarrollo de un plan de trabajo

• Implementación y monitoreo del plan de trabajo por parte del Comité de Género

• Presentación de evidencias de como se ha implementado el plan de trabajo

• Misión de Certificación por certificadores externos

El Buro para América Latina y El Caribe ha decidido unirse a este esfuerzo corporativo de implementar el Sello PNUD de Igualdad de Género a partir del 2017, para asegurar que su trabajo y, sobre todo, su nueva estrategia para apoyar a la implementación de la agenda 2030 a partir del progreso multi-dimensional sea «gender responsive». La agenda 2030 ofrece una oportunidad para reanudar compromisos desde los estados, el sistema internacional y el PNUD para lograr una igualdad sustantiva de la mujer y asegurar que las políticas públicas, las agendas de desarrollo, los proyectos y programas rompan con las barreras estructurales y desarrollen propuestas novedosas para transversalizar la igualdad

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