En América Latina y el Caribe la pobreza se ha reducido, pero todavía 200 millones de hombres y mujeres corren riesgo de caer en ella.

 

Poverty levels in Latin America and the Caribbean have been reduced, but 200 million men and women are still at risk of falling below the poverty line.

Redacción, Panamá, Agosto 2014

En América Latina y el Caribe la pobreza se ha reducido casi a la mitad en la última década, y la clase media subió de un 22% de la población en el 2000 al 34% en 2012. A pesar de estos logros, poco más de un tercio de la población, 200 millones de hombres y mujeres quienes corren riesgo de caer en la pobreza, advirtió el PNUD en la presentación regional del Informe de Desarrollo Humano 2014 en El Salvador. Según se señaló, la población vulnerable, en riesgo de caer en la pobreza, aumenta a cerca de 200 millones de personas, que representan el 38 por ciento del total regional.

El Informe sobre Desarrollo Humano 2014 “Sostener el Progreso Humano: reducir vulnerabilidades y construir resiliencia” resalta la necesidad de promover las oportunidades de vida de las personas así como de proteger los logros alcanzados en el desarrollo humano. El Informe argumenta que las vulnerabilidades suponen una amenaza para el desarrollo humano y, a menos que se aborden de forma sistemática, el progreso no será equitativo ni sostenible.

El informe analiza por qué algunas sociedades sufren menos daños y se recuperan más rápidamente que otras cuando una adversidad la golpea. Presta especial atención a las desigualdades entre y dentro de países e identifica grupos “estructuralmente vulnerables” en virtud de su historia o tratamiento desigualdad por el resto de la sociedad.

Según Jessica Faieta, Directora del PNUD para América Latina y el Caribe el informe hace hincapié “en la necesidad de ampliar la protección social y hacerla efectivamente universal, particularmente en las fases más críticas de la vida de mujeres y hombres, como es el caso de las y los niños, jóvenes que ingresan al mercado laboral y ancianos, con el fin de ampliar nuestra resiliencia, es decir, nuestra capacidad de lidiar con eventos adversos sin que nuestro bienestar sufra retrocesos mayores.”

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