El Sello de Igualdad de Género, en el sector público, busca impactar en la estructura interna de las instituciones y en el trabajo externo. Foto: Emiliano Larizza para PNUD RD.

 

La igualdad de género es fundamental para el desarrollo y el progreso económico y social de un país, de no ser considerada en planes, programas o proyectos, se corre el riesgo de desacelerar los procesos de desarrollo y afectar a las poblaciones involucradas, especialmente a las mujeres y niñas. Es decir, si no se tiene en cuenta las condiciones de vida de mujeres y hombres, se podrían aumentar las desigualdades o simplemente no generar ningún impacto, manteniendo así las brechas, discriminaciones, situaciones de violencia, falta de oportunidades y otras condiciones que vulneran los derechos de las mujeres.

Por ello el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) promueve el análisis de género, esto implica por un lado tomar en cuenta las diferencias en esas condiciones de vida y por otro prever y valorar el impacto que tendrán las acciones en mujeres y hombres[1].

La Agenda 2030 incluye estas consideraciones en los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS), específicamente el ODS 5 Igualdad de Género, así como en la mayoría de los indicadores y metas de los demás ODS, impulsando una transformación global hacia la inclusión e igualdad de género en áreas fundamentales como la educación, la justicia, el empleo y el crecimiento económico.

En la búsqueda de un mecanismo efectivo para apoyar a los gobiernos en el marco de la agenda global y en coordinación con el Ministerio de la Mujer, el apoyo de la Presidencia, y el Ministerio de la Administración Pública, el PNUD implementa el Sello de Igualdad de Género, en el sector público, que busca impactar en la estructura interna de las instituciones y en su trabajo externo a través de estrategias concretas para mejorar el desempeño, la rendición de cuentas y el alcance de las políticas públicas.

Dentro de las acciones que las instituciones impulsan destacan: revisión y adecuación de los procesos de reclutamiento y selección de personal; realización de charlas y talleres sobre paternidad responsable y corresponsabilidad familiar en las cuales se promueve que las y los empleados tengan las mismas oportunidades de acceso a permisos para el cuidado de hijas/os o familiares, para asistir a reuniones escolares o a citas médicas. También se está trabajando en el diseño de guías de comunicación que orienten sobre el uso del lenguaje e imágenes no discriminatorias tanto para las comunicaciones internas como externas y en políticas para la prevención y atención del acoso y la violencia. Con estas y otras iniciativas se espera que la igualdad de género se afiance en las políticas y la cultura institucional, en procura de una sociedad más justa para todas las personas.

República Dominicana, El Salvador y Panamá forman parte de los países de la región de América Latina y el Caribe que participan en el piloto global; en el país participan el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales de la Vicepresidencia, la Junta Central Electoral, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y el Instituto Dominicano de Aviación Civil. Estas instituciones iniciaron con un autodiagnóstico a partir del cual se diseñó un plan de mejora que actualmente implementan y posteriormente serán auditadas y reconocidas con el sello oro, plata o bronce.

[1] Guía. Transversalización de género en proyectos de desarrollo.

http://www.dhl.hegoa.ehu.es/ficheros/0000/0103/guia_transversalizacion_de_genero.pdf

 

Fuente: http://www.do.undp.org/content/dominican_republic/es/home/blog/2019/sello-de-igualdad-de-genero-en-el-sector-publico–transformando-.html