Viviana forma parte del grupo San José de Japepo. Desde hace unos meses, el grupo es cliente del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), a través del sistema de Banca Comunal, promovido por el proyecto “Puentes al Desarrollo Incluyente”. Este Proyecto es desarrollado desde el año 2009, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Paraguay, con el objetivo principal de complementar y mejorar los programas de Transferencias Monetarias Condicionadas (TMC).

Los préstamos otorgados por el Crédito son dirigidos principalmente a mujeres y la garantía de devolución es firmada por las integrantes de la banca. De esta forma y gracias al aval de sus vecinas y compañeras, Viviana Reyes solicitó un crédito de 200.000 guaraníes, el cual lo ha podido retornar sin inconveniente, en el lapso de 4 meses.

Periódicamente, el grupo de mujeres de Japepo se reúne para aprender nociones elementales del manejo administrativo y comprender cómo gestionar los recursos con los que cuentan para generar ingresos. A las reuniones, acuden con alegría, pues encuentran un espacio de aliento, intercambio y progreso.

La comunidad de Japepo se encuentra ubicada en la periferia de Buenavista, departamento de Caazapá, Paraguay. Arterias de tierra roja cruzan el poblado, convergiendo en el corazón del distrito; la plaza del pueblo.

Cada viernes cuando el sol se asoma tímidamente, trae al lugar el aire festivo de la feria solidaria del Programa de Transferencias Condicionadas Tekoporã, oportunidad en que las participantes de dicho programa venden sus productos agrícolas, fuente principal del ingreso familiar.

Por el camino de 4 kilómetros que une Japepo a la plaza de Buena Vista, avanzan con espíritu emprendedor un grupo de mujeres, cuyas manos agrietadas por el severo trabajo, transportan las mercaderías que serán ofertadas en la feria; feria que abraza en sí, la esperanza de aquellas mujeres que se esfuerzan dignamente por un futuro mejor.

Viviana carga el mayor peso, pues no solo lleva legumbres y vegetales como las demás emprendedoras,  sino también carga consigo la leche de cabra, solicitada con insistencia por sus nuevos clientes. Siendo una de las más entusiastas del grupo, expone el motivo de su alegría

 

Testimonio

  • “Antes no teníamos donde recurrir cuando nos faltaba algo, ahora nosotros mismos creamos los recursos para salir de la situación en que estamos”

Tras relatar su experiencia, Viviana parece no dar mucha importancia a los resultados económicos obtenidos, más sí a su fortalecimiento personal, pues asegura que en el proceso ganó confianza para emprender el desafío y superar su timidez, al sentirse acompañada, al igual que las otras mujeres de su grupo, en su intención de afrontar las dificultades económicas por las que atravesaban ella y su familia.

En otras palabras, Viviana se encuentra sorprendida por la capacidad que ha descubierto en sí misma, a través de la cual puede apoyar a su marido, quien trabaja como jornalero en plantaciones aledañas. Ambos, soporte del hogar, velan por el bienestar de sus 13 hijos, uno de los cuales se encuentra enfermo de epilepsia.

Gracias al aporte que la familia de Viviana recibe del Programa de Transferencias Monetarias Tekoporã,  pueden solventar el costo de la medicación del  niño enfermo; incluso, cuentan con los recursos necesarios para comprar útiles y uniformes, principal obstáculo por el cual sus hijos se habían visto obligados a dejar sus estudios, anteriormente. Hoy, la familia de Viviana no solo puede solventar sus gastos, dejando de lado aquellos momentos críticos, en los que faltaba alimento en el hogar, sino además sostienen con alegría que han logrado adquirir un mantel, sábanas y hasta  una licuadora.

Este espacio promovido por el Proyecto ha sido propicio para el grupo de emprendedoras de San José de Japepo, quienes gracias al afianzamiento personal alcanzado se han trazado nuevos objetivos y metas. Así,  la participación de Viviana en la feria de Buenavista se ha ido convirtiendo en parte importante de su vida: “Cuando no me estoy preparando para ir a la feria, ya estoy inquieta y busco realizar esa actividad” – explica con suave calma, pues pese a considerarse una persona tímida, sostiene que ha decidido compartir su experiencia para inspirar a otras mujeres a conquistar los logros alcanzados.

El aporte económico que generan las ferias representó para Viviana y muchas otras mujeres un incremento de hasta un 300% en la economía familiar, además de un notable impulso comunitario. Es importante destacar que el distrito de Buena Vista, Departamento de Caazapá, se encuentra en el nivel IV de necesidades básicas insatisfechas a nivel nacional, presentando 71,7% de hogares con al menos una necesidad básica insatisfecha.

Si todo avanza conforme lo previsto, en poco tiempo Viviana y su familia superarán la pobreza.

Puntos destacados

Puentes al Desarrollo Incluyente ha desarrollado una serie de componentes que fueron aplicados sinérgica y coordinadamente a favor de familias en situación de vulnerabilidad, con jefaturas femeninas y asistidas por el programa de TMC Tekopora. El objetivo del proyecto es generar un modelo de intervención que complemente este tipo de programas y genere estrategias de egreso. Entre otros se destacan los siguientes puntos:

 

  • Caazapá  y San Pedro son los departamentos que concentran la mayor pobreza del país. En ambos se implementó el Programa de TMC Tekopora.
  • La experiencia de Puentes comprobó que las TMCs, además de asegurar el cumplimiento de los derechos de la población vulnerable, pueden convertirse en un motor para el desarrollo personal de los miembros de la familias asistidas, convirtiéndose incluso en un dinamizador de las economías locales. El impulso de planes de negocios inclusivos con la participación del sector privado y la oferta de micro-créditos para el pequeño productor; como así también el fortalecimiento del tejido social, del capital humano y de la capacidad productiva de las comunidades afectadas por la pobreza; son acciones necesarias y el Estado tiene la estructura suficiente para ocuparse de ellas en lo inmediato.
  • Las TMCs efectivamente aportan un alivio a la pobreza; propiciando un aumento de visitas a centros de salud y una disminución en la deserción escolar de niños y niñas, aseguran la alimentación y equilibran la vida de las familias en situación crítica, marcadas por la falta de oportunidades. Sin embargo, se plantea una pregunta a partir de la experiencia de Puentes: ¿Cómo pasará el Estado, desde acciones para el alivio de la pobreza, a estrategias que la erradiquen definitivamente?
  • 301 Familias encabezadas por mujeres han accedido por primera vez al crédito y al ahorro, en menos de un año de trabajo las bancas comunales han recibido 3 ciclos crediticios. La morosidad que registran las instituciones financieras es de 0%.
  • Entre 200% y 300% es el aumento de los ingresos que experimentaron las familias que se integraron  a las cadenas productivas y ferias distritales.
  • Se conformaron 40 comités productivos y 25 bancas comunales en comunidades donde la asociación era un modelo no aplicado
  • Los resultados obtenidos por el Proyecto están contribuyendo al Diseño final del Programa de Protección Social “Saso Pyahu”  que el gobierno paraguayo pretende aplicar como principal herramienta de reducción de pobreza y aumento de la equidad.
  • La experiencia de bancas comunales está siendo replicada en todo el país por el Crédito Agrícola de Habilitación, institución que ha modificado sus estatutos y adecuado su estructura para  la implementación de esta metodología.

 

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