América Latina y el Caribe ha logrado significativos avances hacia la Democracia Paritaria, a través de consensos regionales que consolidan este horizonte en la Agenda Regional de Género, así como a través de importantes reformas nacionales para garantizar el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres. Panamá se suma a estos logros, aunque aún está lejos de alcanzar la igualdad de género y una paridad efectiva.

Aunque históricamente las mujeres panameñas han demandado el reconocimiento de sus derechos políticos y ciudadanos, el camino hacia su pleno ejercicio no ha sido lineal ni fácil. En este sentido, gracias a las acciones organizadas por mujeres como Clara González, Sara Sotillo, Marta Matamoros, entre muchas otras, la Constitución Política de la República de Panamá de 1946 reconoció como ciudadanas a las mujeres panameñas.

En la actualidad, hay más mujeres en puestos de toma de decisiones que en cualquier otro momento de la historia de Panamá y es mayor el número de mujeres que votan en los procesos electorales. No obstante, aún es notable la subrepresentación de mujeres en los espacios de toma de decisiones y de poder, situando a Panamá lejos de la paridad, del promedio de representación regional y de alcanzar el 30%, considerado el porcentaje mínimo para establecer una masa crítica de mujeres en estos espacios.

Gracias al compromiso y esfuerzo de las organizaciones de mujeres políticas y de las instituciones públicas, se ha logrado impulsar y aprobar una normativa de Paridad (Ley N°54 de 2012), así como la reciente Ley de Violencia Política (Ley N° 184 de 2020), sin embargo, aún se mantienen importantes desafíos como es en la participación de mujeres a nivel local, especialmente desde una mirada interseccional.