La igualdad de género es indispensable para lograr un verdadero desarrollo humano. Esto supone el pleno y universal derecho de hombres y mujeres al disfrute de la ciudadanía política, civil y social. Las desigualdades entre mujeres y hombres perduran en todos los planos del desarrollo (participación política, empleo, salud, educación, pobreza, etc.), por lo que debemos transformar los ámbitos gubernamentales, educativos y comunitarios para promover relaciones igualitarias y respetuosas entre mujeres y hombres, y asegurar que la igualdad de género sea un objetivo central en las políticas públicas, en el quehacer institucional, en los proyectos y programas de desarrollo y en la cultura organizacional de empresas públicas y privadas.