Se requieren instituciones capaces de monitorear y evaluar los avances de la igualdad de género en el marco de la Agenda 2030. Para ello es necesario que los datos para el diseño de las políticas públicas sean accesibles y adecuados para responder a las necesidades de los países y al cumplimiento de las metas de igualdad de género de los ODS. También es muy importante que las instituciones públicas sean capaces de mostrar evidencias de sus contribuciones a la igualdad de género en el país, incidiendo en la transformación de las relaciones de género y los entornos que las reproducen. Para ello, los instrumentos de planificación y monitoreo de las instituciones deben transitar desde la ejecución financiera y los datos numéricos hacia el seguimiento de resultados que miden el impacto de las políticas en cuanto a la erradicación de las desigualdades.