Memorias del Encuentro Naranja

7 de diciembre de 2022

Los 16 días de activismo para enfrentar la violencia contra las mujeres y las niñas son un tiempo para romper esquemas.

En el marco de las actividades y debates que se generarán con instituciones nacionales y locales que acompaña el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba, los productos de la campaña de bien público “Rompe Esquemas, la mejor respuesta al desarrollo sostenible”, invitan a concientizar y tomar acción respecto al estrecho vínculo existente entre los estereotipos sexistas y la violencia de género.

Deconstruir estereotipos es una acción que debe ser permanente para la prevención, atención y respuesta a la violencia por motivos de género contra las mujeres y las niñas, por lo cual es una prioridad colocar el tema en el centro de las transformaciones culturales. Desde esta certeza arrancó en 2020 la campaña “Sin estereotipos de género, Rompe Esquemas”.

Impulsada inicialmente en el marco de la Respuesta Nacional al VIH y con el acompañamiento de la Red de hombres que tienen sexo con otros hombres; muy pronto la campaña sumó a otras áreas temáticas y se extendió a otros actores de proyectos de cooperación para el desarrollo acompañados por PNUD.

Así, ha abordado barreras de género y derechos que limitan el acceso a los servicios de atención al VIH ha vinculado al quehacer de mujeres y hombres del campo cubano que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional. También a la realización de acciones para una eficaz adaptación a la sequía y a la reconstrucción socioeconómica en el escenario de la COVID 19.

Asimismo, se ha conectado con experiencias de resiliencia urbana, en lo que respecta a la reconstrucción de viviendas. Como factor común, ha prevalecido el tratamiento del tema de la violencia de género en sus más diversas manifestaciones.

La construcción y validación de esta campaña tuvo un enfoque marcadamente participativo. En las dinámicas de base se partió de la presentación de un conjunto de creencias estereotipadas; que luego fueron analizadas para identificar cuáles estaban más generalizadas y tenían un mayor impacto el desarrollo sostenible y la igualdad de género.

Con el apoyo de cuestionarios se identificaron los estereotipos más comunes en los territorios. A su vez, esa información constituyó el insumo principal para seleccionar los tres estereotipos a ser abordados en cada spot. En una fase posterior, se diseñaron las historias, se conceptualizaron los mensajes y se concretaron el proceso productivo y la validación del producto, con la participación de múltiples actores, proyectos y públicos clave.

El mensaje principal de la campaña invita a que todas y todos cambien y eliminen los estereotipos sexistas, como uno de los caminos para alcanzar el desarrollo sostenible.  Cómo símbolo visual, la mascota de la campaña representa a la conciencia. Es de color gris cuando hace referencia a los estereotipos y se torna morada para posicionar el objetivo de transformación. Con esta transición de colores, se desea comunicar que al igual que la mascota cambia de gris a violeta, todas las personas pueden transformarse y eliminar los estereotipos.

Con este enfoque se refuerza la noción de que romper esquemas es imprescindible para erradicar el machismo, la discriminación y las violencias de género.

Además del spot de la campaña, se han diseñado 14 productos comunicativos audiovisuales, construidos participativamente. Estos han sido compartidos en sitios de redes sociales, así como en espacios televisivos locales y nacionales. En las jornadas y espacios por la no violencia se han desarrollado debates en torno a dos spots en particular: uno enfocado en el problema de la violencia hacia las mujeres con VIH y otro, dedicado a las mujeres trans.

La campaña, generada con el acompañamiento técnico y financiero del PNUD, es resultado de las alianzas y el trabajo conjunto con la Federación de Mujeres Cubanas, diversos organismos de la institucionalidad nacional y local, y socios de la cooperación.

Todos los esfuerzos de Naciones Unidas contra la violencia

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba se inició además una nueva etapa de la campaña Generación Igualdad en el país, que hasta el 2023 tiene como foco de atención el desmontaje de los estereotipos de género. Más de 130 colegas del SNU se encontraron, todas y todos de Naranja, cual muestra de compromiso y accionar contra este flagelo.

La presentación de la segunda fase de la campaña interagencial marcó el inicio de la jornada de activismo, que se extienden hasta el próximo 10 de diciembre. En ese marco, múltiples actividades se estarán llevando a cabo en apoyo a los esfuerzos del sector jurídico, educación, salud y comunicación, entre otros.

En cada espacio se continuará reflexionando sobre las interrelaciones de la violencia de género con otros temas como el empoderamiento económico, el embarazo en la adolescencia, el trabajo  doméstico y de cuidados no remunerado o la vulnerabilidad de las mujeres ante el VIH/sida. También se analizarán las situaciones particulares  al interior de grupos específicos de mujeres, como las trans, las afrodescendientes o las mujeres rurales.

En las palabras de apertura del Encuentro Naranja, Fernando Hiraldo, Coordinador Residente a.i. del SNU y Representante Residente del PNUD, hizo suyas las alertas del mensaje del secretario general António Guterres con motivo del 25 de noviembre:

“La violación de los derechos humanos que está más extendida en todo el mundo es la violencia contra las mujeres y las niñas”, enfatizó.

Para hacer frente a ello, destacó la importancia de que los gobiernos impulsen planes de acción para combatir la violencia de género; la necesidad de que la sociedad civil participe en la toma de decisiones al respecto y la relevancia del establecimiento de garantías legales en la defensa de los derechos y asistencia a las víctimas. También señaló, como un aspecto estratégico, el apoyo a las campañas públicas que cuestionan las normas patriarcales y rechazan la misoginia y la violencia.

Tras la lectura del comunicado, Hiraldo destacó que Cuba es uno de los países donde el Gobierno está reforzando su accionar en respuesta a la violencia de género. Sobre ello resaltó dos hitos: la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar, aprobada en diciembre de 2021; y el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), aprobado en febrero del mismo año. Uno de los  objetivos del PAM es atender las manifestaciones violentas y de discriminación para el avance de las mujeres y la igualdad de género.

Ambas políticas son monitoreadas sistemáticamente por las autoridades nacionales y desde los programas de cooperación de las Agencias, Fondos y Programas del SNU. Los esfuerzos nacionales en los procesos que condujeron a su formulación y actual implementación, han sido acompañados de manera interagencial.

El encuentro de este 25 de noviembre fue una acción conjunta de las agencias del SNU en Cuba, que también devino en escenario de fortalecimiento de las capacidades del personal del PNUD. De ese modo, se dio continuidad a las acciones para la deconstrucción de creencias y normas sexistas en esa institución.

¿Por qué la mirada a los estereotipos de género?

Las primeras intervenciones del Encuentro Naranja tuvieron lugar desde referentes del arte y el activismo social. Alicia Echevarría, joven actriz reconocida por su compromiso con la denuncia de la violencia de género, compartió su vivencia sobre el tema en sus intercambios públicos. Para ella, experimentar las reacciones de las personas al respecto, en espacios públicos físicos y en las redes sociales, ha sido también un ejercicio de cambio personal y de aprendizajes que le permiten  contribuir a remover el patriarcado y las desigualdades que estas relaciones de poder reproducen.

Jesús Muñoz, periodista especializado en temas de género y miembro de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades en Cuba (RIAM) compartió acerca de sus experiencias como joven papá.  Explicó que entre sus prioridades personales está la educación de su hijo desde referentes no violentos, inclusivos, promotores de la igualdad y la no discriminación. Del mismo modo señaló los retos que esto supone.

Dalia Acosta, Consultora de Género de la Oficina del Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Cuba, destacó que el Informe Nacional Beijing+25 señala entre los principales desafíos del país, la persistencia de estereotipos de género que obstaculizan un avance más acelerado de la igualdad de género. Apuntó, además, cómo los resultados de la Encuesta Nacional de Igualdad de Género dan cuenta de cuáles son los estereotipos más arraigados en Cuba.

Explicó que, atendiendo a esa realidad, la campaña se centra en el desmontaje de estas creencias; porque constituyen expresiones de la cultura que se reproducen y están en la base de las violencias e inequidades de género que aún persisten.

 

Aportes de Generación Igualdad #ÚNETE DESDE CUBA y Rompe Esquemas a PSEA

La cita del 25 de noviembre también fue un  espacio oportuno para reafirmar la importancia de la  implementación del Plan de Acción Interagencial para la Protección frente al Abuso y la Explotación Sexual (PSEA, por sus siglas en inglés). Se retomaron los resultados fundamentales acordados en el plan y se destacó la relevancia de los productos “Desmontando estereotipos de género”, en el pilar de concientización sobre el PSEA.

Como una de las iniciativas que realizan las Agencias, Fondos y Programas del SNU, desde el PNUD se compartió la actualización del protocolo de notificación e implementación de la política PSEA. Este protocolo fue firmado por el Representante Residente y el Representante Residente Adjunto del PNUD en Cuba, luego de ser rubricado por todas y todos los colegas de la Oficina. La campaña “Sin estereotipos de género, Rompe Esquemas” también ha puesto la mirada en el acoso sexual. Atender y analizar este problema constituye una de las acciones de incidencia para la puesta en prácticas del PSEA. A esto contribuyen también   el seguimiento y rendición de cuentas de cada uno de los proyectos y programas que se ejecutan desde el PNUD, como parte de un compromiso diario en una lucha de todas y todos para poner fin a la violencia contra las mujeres.