La importancia de la participación equitativa de las mujeres en la política, y sobre todo en los puestos de toma de decisiones, no tiene que centrarse solamente en los números de igualdad; se trata de cultivar un ambiente que valore las perspectivas de las mujeres, reconozca a las mujeres como agentes de cambio y aproveche las diferencias para mejorar la gobernabilidad democrática.
Se han hecho muchos avances en la representación de las mujeres en América Latina en la última década, no obstante, en la Comunidad del Caribe (CARICOM) los cambios se han producido a un ritmo más lento. Esta disparidad hace que nos preguntemos: ¿Qué ha pasado en los países del Caribe? ¿Dónde están las mujeres?
Históricamente las mujeres en los países del CARICOM han estado envueltas activamente en la política y han hecho importantes contribuciones a las agendas legislativas de sus países. Sin embargo, la presencia de mujeres en los parlamentos esta significativamente detrás que la de sus vecinos latinoamericanos, con un 14,2% en comparación con el 25,2% respectivamente.
Para dar respuesta a estas preguntas el PNUD realizó el estudio regional «Where are the women? A Study of Women, Politics, Parliaments and Equality in the CARICOM Countries» entre 2013 y 2014, estudio que explora la presencia de las mujeres en los puesto de toma de decisión en los países de la Comunidad del Caribe, así como el vínculo entre la presencia en la política y las instituciones (representación descriptiva) y los avances alcanzados en temas de igualdad de género (representación sustantiva).
A nivel global, se ha observado que las mujeres parlamentarias tienen un impacto directo en el proceso legislativo, en particular en la legislación relacionada con temas que afectan más directamente a las mujeres. Expertos en género y políticas públicas afirman que una mayor inclusión de las mujeres en los partidos políticos y en el gobierno reforzaría los intereses específicos de las mujeres en la agenda política. Incluir a las mujeres en los sistemas legislativos puede resultar un desafío, teniendo en cuenta las barreras institucionales que deben superar. Estos obstáculos podrían solventarse mediante el uso de mecanismos específicos; las llamadas cuotas de género, en que los partidos políticos deben designar un porcentaje mínimo de mujeres candidatas, así como el mecanismo de incorporación de la perspectiva de género en las instituciones políticas, más comúnmente llamado; transversalización de género. Ambos han demostrado resultados efectivos en otras regiones del mundo. Gracias a los sistemas de cuotas, por ejemplo, la representación de las mujeres en los parlamentos latinoamericanos se ha incrementado enormemente.
Sin embargo, la mera presencia de mujeres en puestos de toma de decisiones no asegura tener un mayor poder político. En política, para poder determinar la influencia real que ejercen las mujeres tenemos que mirar más allá del factor cuantitativo, se trata de analizar no sólo cuántas mujeres están en las instituciones, sino cómo y de qué manera influyen en estas instituciones y en la sociedad en su conjunto.
En relación al factor sociedad, el estudio también plantea algunos de los obstáculos estructurales a los que se enfrentan las mujeres en los países del Caribe; normas socioculturales, roles de género estereotipados y la falta de empoderamiento, debido en gran medida a la dependencia financiera o las responsabilidades domésticas. Obstáculos que contribuyen a crear aún más barreras de acceso a puestos de toma de decisiones o que disminuyen su interés en la política.
Este análisis regional espera ser un importante recurso para los partidos políticos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres, los gobernantes y tomadores de decisiones en la identificación de los pasos necesarios para aumentar la presencia y la representación de las mujeres en la política, así como en la formación de alianzas que impulsen reformas estructurales y legales que aceleren la participación política en igualdad de las mujeres e impulsen un mayor desarrollo en los países del Caribe.
