Junio 2018
América Latina Genera entrevistó a Arnaud Peral, Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas y representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador.

Arnaud Peral afirmó que la igualdad de género, un derecho humano, tiene un rol fundamental en lograr el desarrollo sostenible por lo que es fundamental que instituciones públicas y privadas garanticen y promuevan espacios de respeto, igualdad y no discriminación integrando asuntos de género en sus políticas internas y externas. Peral resaltó evidencias que exponen los beneficios de una política favorable a la igualdad de género, una postura impulsada por PNUD en conjunto con tomadores de decisiones para que sea incorporada en todas las políticas públicas. Sin embargo, Peral resalta que esta es una responsabilidad compartida ya que todos, con nuestras acciones individuales podemos realizar un entorno libre de discriminación entre géneros “Si cada uno de nosotros y nosotras asumimos esta responsabilidad y defendemos los derechos humanos, estaremos abriendo camino para la igualdad”.

 

  • ¿De qué se trata el liderazgo sensible al género? ¿Cómo está trabajando el PNUD para desarrollar este tipo de liderazgo?

El liderazgo sensible al género es aquel que ejemplifica e inspira incorporando la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en todos los espacios y ámbitos.

Esto incluye una mirada interdisciplinar y transversal que recoja las distintas necesidades y situaciones de partida de mujeres y hombres. Implica por tanto analizar la incidencia e impacto de cualquier acción tanto en hombres como en mujeres, tomando en cuenta las desigualdades existentes y sus consecuencias.

Para el PNUD, la igualdad de género es a la vez un objetivo de desarrollo en sí mismo y un factor crítico para lograr el desarrollo sostenible. Es la base de uno de los principios rectores de la Agenda 2030 para el Desarrollo: «no dejar a nadie atrás».

El PNUD trabaja con los gobiernos, las instituciones públicas, el sector privado, la sociedad civil y las instituciones académicas en acciones enfocadas a eliminar barreras estructurales que impiden la igualdad de género, la participación política y la toma de decisiones de las mujeres en todos los espacios de su vida.

Del mismo modo, visibilizamos y promovemos la contribución y el talento de las mujeres al desarrollo de nuestra sociedad, reconociendo su rol fundamental para el desarrollo sostenible.

 

  • ¿Por qué es importante integrar los asuntos de género en las instituciones? ¿Cuáles son las estrategias de influencia exitosa que el PNUD ha utilizado para tener un mayor compromiso con las cuestiones de género?

La igualdad de género está en el centro mismo de los derechos humanos. Tal y como indica la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que cumple 70 años en 2018, “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.  Es por tanto fundamental que las instituciones públicas y privadas garanticen y promuevan espacios de respeto, igualdad y no discriminación. Para ello, deben integrar los asuntos de género en sus políticas internas y externas.

Hay que optar por estrategias que lleven a un cambio estructural en las organizaciones y que propicien modificaciones en la cultura organizativa, favoreciendo la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en todos los procesos.

Los beneficios para la institución y en conjunto para la sociedad son múltiples.  Está comprobado que la igualdad de género “es un buen negocio”.

Diversos estudios como el de Roy Adler, en ‘Women Matter: Garantizar la igualdad de oportunidades’, han demostrado que la implementación de medidas tendientes a favorecer la igualdad de género permite contar con talento humano con mejores capacidades y habilidades en un 58%.

Por otro lado, la implementación de medidas que favorezcan el balance entre trabajo y familia, y la presencia de ambos sexos en los asuntos del hogar estimulan que tanto hombres como mujeres se mantengan satisfechos con su trabajo. Con el tiempo, la calidad que dedican al hogar y al cuidado de hijos e hijas muy seguramente generará progresos significativos en el ánimo de la gente y el gusto con el que realicen su trabajo.

La igualdad de género en el ámbito del trabajo mejora asimismo la imagen corporativa, y permite aprovechar de mejor manera el conocimiento, la experiencia y la creatividad de toda la población, en vez de sólo la mitad de ella…

Según un informe del McKinsey Global Institute, se agregarían $ 12 billones al PIB global si desde ahora y hasta 2025 lográramos la plena igualdad de género.

El Programa del Sello de Género para Empresas Públicas y Privadas del PNUD es un ejemplo de éxito e influencia. Hoy, más de 1700 empresas e instituciones participan en este programa. El éxito obtenido en la región le ha permitido iniciar su expansión global: más de 15 países en África, Asia-Pacífico, Europa Oriental y Oriente Medio han adoptado el programa o están en proceso de crearlo.

Las empresas que se unen a este programa se comprometen a dar 6 pasos:

1)    Eliminar las brechas salariales de género

2)    Incluir a las mujeres en sectores no tradicionales

3)    Promover el balance vida-trabajo con corresponsabilidad social

4)    Eliminar el acoso sexual y la Violencia Basada en Género en el trabajo

5)    Promover el acceso de las mujeres en posiciones de liderazgo

6)    Usar un lenguaje incluyente y no sexista.

Paralelamente, un equipo técnico trabaja en una norma nacional para oficializar el Sello. Una vez que las empresas participantes han completado con éxito el programa de certificación, se les otorga un Sello de Igualdad de Género, un símbolo de reconocimiento de la igualdad de género en el lugar de trabajo.

 

  • ¿Cómo el PNUD puede influenciar en las y los tomadores de decisión en su país para que tengan un mayor compromiso con la igualdad de género? ¿Tiene algunos ejemplos?

Visibilizando los beneficios de una política favorable a la igualdad de género, y mostrando evidencias del impacto de una mayor igualdad en la reducción de la violencia y de la pobreza, en el aumento en el crecimiento económico inclusivo y sostenible, y en general en el bienestar social y la calidad de vida de la población.

Los países que son más prósperos y tienen el índice de desarrollo humano más alto son también los más igualitarios.

A través de la Agenda 2030 y el compromiso con los derechos humanos, el PNUD trabaja junto a los/as tomadores de decisión para que la igualdad de género se incorpore en las políticas públicas.

 

  • Como persona influyente en el ámbito del desarrollo y los derechos humanos en Ecuador ¿cuáles serían sus recomendaciones para alcanzar la igualdad de género?

La educación y la promoción de los derechos de las mujeres a través de una política pública que promueva y defienda la igualdad de género es la herramienta esencial para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

Más allá de los logros de los Estados, están también las acciones individuales que cada persona puede realizar en su entorno para lograr erradicar toda discriminación entre géneros.

Si cada uno de nosotros y nosotras asumimos esta responsabilidad y defendemos los derechos     humanos, estaremos abriendo camino para la igualdad.