Comunidades en Guatemala mejoran sus medios de vida y refuerzan la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático.
El municipio de San Antonio Suchitepéquez fue uno de los mayores productores de cacao en Guatemala durante la primera mitad del siglo XX.
En los últimos años, los monocultivos industriales han reemplazado las extensiones de pequeñas plantaciones de cacao -que cultivan esta especie vegetal autóctona de Centroamérica-, por cultivos introducidos como caña de azúcar y caucho, rodeados de grandes extensiones de pastizales de ganado.
Estos cambios tienen graves consecuencias para los ecosistemas naturales de la región.
PROTEGER EL ECOSISTEMA
A medida que el cambio climático afecta a Guatemala, las principales amenazas son las inundaciones y los deslizamientos de tierra. Esto hace que el uso de la tierra sea una preocupación aún más urgente. Afortunadamente, la reintroducción de la producción de cacao puede abordar simultáneamente dos problemas: los económicos y ambientales.
«Mi negocio es la producción y venta de chocolate. … porque ese es el negocio que aprendí de mi madre desde que era niña y ahora lo estoy enseñando a mis hijas. Tenemos que trabajar duro para ayudar a nuestros hijos a avanzar en la vida «, María Luisa Chacá, Pueblo de Suchitepéquez.
En 2012, María organizó un grupo de mujeres que colectivamente recibieron entrenamiento para mejorar su producción y comercialización de chocolate.
PRODUCTORAS DE CACAO
Más del 90 por ciento de la producción de cacao procede de pequeñas granjas cuyas familias dependen de este ingreso para subsistir. Estos agricultores están en transición hacia métodos más sostenibles del uso de sus tierras, lo que para María y su comunidad significa encontrar maneras de cultivar en pendientes empinadas muy vulnerables a la erosión y deslizamientos de tierra.
El grupo de mujeres al que pertenece María a menudo se enfrenta a numerosos desafíos en la adopción de mejores prácticas de producción: bajo rendimiento de los árboles más viejos, plagas y enfermedades de las plantas de cacao, dificultad para obtener suministros agrícolas y acceso limitado a financiamiento para realizar mejoras.
Para enfrentar este escenario, el proyecto «Panorama Productivo Resistente al Cambio Climático y Redes Socioeconómicas Fortalecidas en Guatemala» apoya a grupos de mujeres productoras de cacao para mejorar la calidad y rentabilidad del chocolate artesanal, promoviendo la recuperación de las plantaciones de cacao.
Con el apoyo financiero del Fondo de Adaptación, el PNUD y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala se están abordando los riesgos ambientales a través de la adaptación basada en la comunidad.
EL ARTE DEL CHOCOLATE
El proyecto puede mejorar la capacidad de gestión del ecosistema y reducir la vulnerabilidad de la comunidad al asociarse con organizaciones locales para integrar mejores prácticas agrícolas que mitiguen los efectos del cambio climático. Sus esfuerzos subrayan el valor de los sistemas tradicionales y ancestrales de producción al hacer inversiones para fomentar prácticas de producción más resistentes.
No hay mejor lugar en el mundo para cultivar las variedades de cacao que se adapten a las cambiantes condiciones climáticas que su país de origen. El sistema guatemalteco de cultivo del cacao, que emplea el cultivo integrado de cacao con otras plantas nativas, ayuda a la recuperación y conservación de la biodiversidad en la región.
Como dice orgullosamente María: «El cacao es nuestro futuro, es nuestra cosecha. Está en nuestra naturaleza como guatemaltecos».