La violencia contra las mujeres en América Latina es un fenómeno de larga data, asociado a factores como barreras estructurales y dificultades de acceso a la justicia. La región tiene una de las tasas más altas de feminicidios y violencia sexual por motivos de género en el mundo. La agudización de este fenómeno durante las restricciones de movilidad por la pandemia COVID-19 muestra que hay otra “pandemia” que va creciendo en las sombras y que requiere una atención urgente.
Un grupo de expertas analizó esta situación en el conversatorio “Acceso a la Justicia: Feminicidio y Estado de Derecho en América Latina”, organizado por Wilson Center, el tanque de pensamiento más importante para estudios regionales, con el auspicio de Brazil Institute, Latin American Program, Mexico Institute y Maternal Health Initiative.
“Las estadísticas oficiales muestran que en América Latina cada dos horas una mujer es asesinada por su género; pero el número real es probablemente mucho más alto”, aseguró durante la apertura del conversatorio Jane Harman, ex congresista estadounidense y directora y CEO de Wilson Center.
Harman agregó que los datos “son horribles y demuestran una alarmante tendencia”. Según Wilson Center, en Brasil, las tasas de feminicidio aumentaron 22% en marzo y abril, en comparación con el mismo periodo del año pasado. En México, 987 mujeres y niñas fueron asesinadas en los primeros cuatro meses de 2020 y en el mes de abril, se batió un récord de cinco años. Mientras, en El Salvador, durante las últimas dos semanas de marzo, 50 por ciento más de mujeres murieron por femicidio que por coronavirus.
Especialistas que trabajan en estos tres países conformaron el panel del conversatorio: La Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas en El Salvador (PNUD), Georgiana Braga-Orillard; la coordinadora institucional del Foro Brasileño de Seguridad Pública, Juliana Martins; la Fundadora de Mujeres Construyendo y miembro del movimiento Nosotras Tenemos Otros Datos de México, Claudia Calvin. Anya Prusa, Senior Associate de Brazil Institute, fue la moderadora.
La Representante del PNUD señalo que existen barreras estructurales que intensifican la violencia basada en género y que esta también afecta a la comunidad LGBTI. Según el Índice de Normas Sociales de Género, publicado por el PNUD en marzo de 2020, el 91% de los hombres y el 86% de las mujeres muestran algún sesgo contra la igualdad de género en áreas como política, economía, educación e integridad física. La especialista enfatizó que estos prejuicios han aumentado con el tiempo, con ideas que no son acordes a la realidad, como la familia monolítica donde el hombre es el sostén de la familia y las mujeres las amas de casa.
«Estos son crímenes con una fuerte raíz cultural. Hemos sido socializados para comprender que hay roles de género específicos que deben desempeñar hombres y mujeres, y que no podemos dejar [estos] roles predeterminados que deberíamos estar desempeñando», agregó la coordinadora del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Claudia Calvin también coincidió en que “la pandemia solo está haciendo visible una realidad que ha estado sucediendo durante décadas”.
Para frenar la violencia que cobra la vida de muchas mujeres en la región, las expertas consideran que debe hacerse un abordaje multidimensional e la misma, como un asunto de derechos humanos, político, económico y social. Asimismo, el acceso a datos de calidad para el diseño de políticas públicas y el fortalecimiento de los sistemas de justicia son fundamentales de cara a una solución integral del problema.
«Definitivamente necesitamos trabajar con el sistema judicial y todavía queda un largo camino por recorrer, ya que no hay muchos policías que sean mujeres y que estén allí para apoyar. Necesitamos trabajar en leyes, en implementar esas leyes y Necesitamos trabajar con los hombres que están allí para tener campeones masculinos y líderes vocales en el sistema judicial”, enfatizó la representante del PNUD.
Aunque muchos países latinoamericanos han aprobado leyes que penalizan el feminicidio y la violencia contra la mujer, persisten las bajas tasas de denuncia y los altos niveles de impunidad. Las panelistas hicieron un llamado a analizar por qué las leyes siguen siendo insuficientes para proteger a las mujeres y cómo podemos reducir y eliminar las barreras para la implementación de las mismas, así como prevenir de manera más efectiva esta otra pandemia.