Carmen Argibay, ministra de la Corte Suprema de Justicia Argentina, falleció el pasado 10 de mayo.  Argibay fue la primera mujer nombrada en democracia para el supremo tribunal, trabajó desde una perspectiva de género y sorprendió a propios y ajenos con sus fallos y opiniones.

 

Carmen Argibay, ministra de la Corte Suprema de Justicia Argentina, falleció el pasado 10 de mayo.  Argibay fue la primera mujer nombrada en democracia para el supremo tribunal, trabajó desde una perspectiva de género y sorprendió a propios y ajenos con sus fallos y opiniones.

Carmen Argibay, Minister of the Supreme Court of Justice in Argentina, passed away on May 10. Argibay was the first woman democratically appointed  by the supreme tribunal; she worked from a gender perspective and surprised many with her verdicts and opinions.

Redacción|Ciudad de Panamá| 20 de Mayo 2014

Carmencita, como muchos la llamaban, había nacido el 15 de junio de 1939 en Buenos Aires. Puso el pie en la Corte Suprema en febrero de 2005, con 64 años y una descripción de sí misma que la pintaba como una “atea militante”, defensora del aborto y de los derechos de las mujeres.

Carmen Argibay se había recibido de abogada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires el 11 de junio de 1964. Para entonces ya trabajaba en el Poder Judicial: había ingresado como empleada interina en julio de 1959 en el Juzgado Nacional en lo Correccional Letra «N» de Capital Federal.Tras un breve paso en la actividad privada, de 1965 a 1966, Argibay había reingresado al Poder Judicial como secretaria interina en el Juzgado Nacional de 1a. Instancia en lo Criminal de Instrucción N° 2 de Capital Federal.Pasó por distintos juzgados hasta que en 1973 fue ascendida al cargo de secretaria de Superintendencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.

En la última dictadura militar estuvo presa nueve meses en la cárcel de Devoto sin imputación, juicio ni proceso. La habían detenido el mismo 24 de marzo de 1976 por disposición del Poder Ejecutivo Nacional. «Me vinieron a buscar la madrugada del golpe, a las tres de la mañana, y me tiraron la puerta abajo a tiros. En nombre de querer defender la Constitución, ellos la pisotearon», había recordado décadas más tarde.

Después de ser liberada, en diciembre de 1976, Argibay había regresado a la práctica privada de la abogacía. Recién con el regreso de la democracia retornó al Poder Judicial: en junio de 1984 fue nombrada jueza. Estuvo a cargo del Juzgado Nacional de 1a. Instancia en lo Criminal de Sentencia Letra « Q » de Capital Federal hasta que fue ascendida a jueza de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal en diciembre de 1988.

Reconocida defensora de temas de género y derechos humanos, miembro fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, fundadora de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, integrante de asociaciones de derecho penal y de defensa social nacionales e internacionales, Argibay también se había desempeñado como docente.Estaba en La Haya cuando el fallecido ex presidente Néstor Kirchner la propuso como miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 30 de diciembre de 2003.El proceso de selección como ministra de la Corte, se realizó en reemplazo del renunciante Guillermo López.

Muchos de sus colegas, mujeres y varones, aseguran que es enorme la impronta que dejó Argibay desde la Oficina de la Mujer, donde se proponía cambiar la cabeza del régimen patriarcal de los jueces, discriminatorio hacia adentro del sistema de justicia, con las mujeres que lo integran, y en su modo de abordar los casos de quienes recurren a él.
Jueza personal e independiente