• 3.2% de la población mexicana de 18 años y más se auto identificó como no heterosexual, lo que incluye a personas lesbianas, gais, bi, trans e intersexuales del país.

  • Cerca del 72% de las personas trans y el 66% de las personas homosexuales opinaron que se respetan poco o nada sus derechos
  • Trabajar de forma interrelacionada, será la manera en la que podremos, en conjunto, reducir las brechas de desigualdad

-Anwar Suárez, Gerente de la Unidad de Desarrollo Social y Económico del PNUD en México 

Ciudad de México a 27 de junio de 2019. El PNUD, históricamente, ha sido un impulsor de la ampliación de las libertades para que las personas puedan aprovechar todas y cada una de las posibilidades que consideren valiosas para “ser y vivir” como desean. La meta es clara: construir entornos en los que todas las personas posean el derecho fundamental a no ser objeto de violencia, persecución, discriminación y/o estigmatización. Y para ello, el ODS 10, Reducción de la Desigualdad, es una de las rutas de acción para lograrlo.  

Lo anterior, nos llama a rendir homenaje a nuestra pluralidad y a ejecutar acciones contundentes a favor de la plena inclusión y respeto de todos y todas, pero particularmente, lo hacemos a favor de ese 3.2% de la población mexicana de 18 años y más que, acorde a la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, se auto identificó como no heterosexual, lo que incluye a personas lesbianas, gais, bi, trans e intersexuales de nuestro país.

Lograr esta meta no será sencillo. Estamos en un entorno donde existen exclusiones duras (entendidas como aquellas que van más allá del ingreso y que están asociadas al trato desigual, la violencia o la estigmatización por condición de género, orientación sexual, discapacidad, entre otros); las cuales, llevan a que los individuos o grupos (en este caso la comunidad LGBTI) sean total o parcialmente apartados de una participación plena en la sociedad en la que viven. Lo que a su vez da lugar a una privación múltiple, que se manifiesta en los planos económico, social y político, menoscabando sus derechos humanos y su desarrollo humano.

Para ejemplificar, y para el caso específico de la población LGBTI, baste mencionar que acorde a la ENADIS 2017, el 30% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada por su orientación sexual.  Igualmente, cerca del 72% de las personas trans y el 66% de las personas homosexuales opinaron que se respetan poco o nada sus derechos. 

En términos de apertura a la diversidad, esta misma Encuesta que el 64% de la población considera que en poco o nada se justifica que dos personas del mismo sexo vivan como pareja. Son los hombres los que tienen menos apertura o aceptación que las mujeres hacia la población trans y homosexual. 

De forma mucha más alarmante, la organización Letra S reporta que, en el periodo entre 2013 y 2018, al menos 473 personas LGBT fueron asesinadas en nuestro país.  Las mujeres trans son las más expuestas, con 261 casos que pudieran caer en el transfeminicidio; seguidas de los hombres homosexuales, o percibidos como tales, con 192 casos; 9 mujeres lesbianas y 5 hombres bisexuales y una mujer bisexual, o percibidos como tales.

Ante este escenario, desde el PNUD nos hemos propuesto trabajar para promover la dignidad y reducir la exclusión. Daremos prioridad a cinco dimensiones: participación política y cívica, bienestar económico, seguridad personal y violencia, salud y educación. 

Particularmente, actualmente, dentro del PNUD México, contamos con iniciativas como la Estrategia de Inclusión Social Institucional (EISI) de PEMEX que trabaja directamente a favor de los derechos y protección de las personas LGBTI. Con logros como: 

En esta iniciativa, así como en cualquier otra acción emprendida, se hará necesaria la participación activa y significativa de las personas de la diversidad sexual. Garantizando que ellos y ellas sean consultados y sean partes integrales en la elaboración, aplicación y seguimiento de leyes, políticas y programas que les afecten.

Trabajar de forma interrelacionada, será la manera en la que podremos, en conjunto, reducir las brechas de desigualdad. Los derechos de un grupo específico no se pueden asegurar sólidamente si no existen igualdad de condiciones para el resto. Y de ahí la importancia de que al interior y entre las distintas comunidades de la diversidad sexual, mujeres, pueblos indígenas, personas con discapacidad, migrantes, etc se hable de solidaridad. Los Objetivos de la Agenda 2030 sólo se pueden lograr en un entorno de sociedades pacíficas, justas e inclusivas por medio de alianzas basadas en un espíritu de solidaridad centrado en las necesidades de las personas. 

Hoy y siempre, celebremos el amor, la diversidad y la inclusión, aquí en el PNUD y en todas partes. La ruta al desarrollo deberá estar lleno de tonalidades. Hoy al azul de PNUD se han sumados los colores de la diversidad. Coloreemos juntos ese mundo que aspiramos y queremos. Un mundo donde todos cuenten, y en el que nadie, absolutamente nadie sea dejado atrás.

Fuentes: 

INEGI, ENADIS 2017,https://www.inegi.org.mx/programas/enadis/2017/ 

PNUD, Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia 2019, https://www.undp.org/content/undp/es/home/news-centre/speeches/2019/international-day-against-homophobia–transphobia-and-biphobia.html

PNUD, Informe Regional de Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe del PNUD, Progreso Multidimensional: más allá del Progreso, https://www.undp.org/content/dam/rblac/docs/Research%20and%20Publications/IDH/UNDP_RBLAC_IDH2016Final.pdf

PNUD y el Banco Mundial, Índice de Inclusión LGBTI, https://www.undp.org/content/dam/undp/library/hivaids/Spanish/SPANISH_LGBTI_index.pdf

Letra S (Coordinación de Brito, Alejandro), Violencia extrema, Los asesinatos de personas LGBTTT en México: los saldos del sexenio (2013-2018),  http://www.letraese.org.mx/wp-content/uploads/2019/05/Informe-cr%C3%ADmenes-2018-v2.pdf