El partido feminista defiende los derechos de las mujeres en el ámbito político, económico, social y cultural. Trabaja en la búsqueda de un nuevo paradigma económico que sea inclusivo y justo. En tanto no se visibilice la división sexual del trabajo, no se logrará quebrar con una sociedad que oculta el trabajo y la aportación social realizado por las mujeres. Ha sido fundamental para dar a conocer la diversidad de problemáticas de las mujeres de Costa Rica y las necesidades variadas que dicha diversidad implica. En temas como los derechos sexuales, ha ayudado a que otros partidos aborden asuntos como el reconocimiento legal de parejas del mismo sexo.
Necesidades: Que las mujeres cuenten con un espacio y una voz propia y autónoma. La insuficiencia de la estrategia de las cuotas para mejorar la participación política de las mujeres, llevada a cabo por los partidos políticos tradicionales. Antecedentes de procesos realizados por el movimiento de mujeres que no tuvieron impacto alguno, por la falta de voluntad política al interior de los partidos. La escasa vinculación orgánica de las mujeres electas con el movimiento de mujeres. La insuficiente capacidad de demandar rendición de cuentas y auditorías sociales, por parte del movimiento de mujeres y feminista. El retroceso y debilitamiento del Instituto Nacional de las Mujeres y de otros mecanismos institucionales de defensa de los derechos de las mujeres. La no aprobación de la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres, en el momento de la fundación del partido, junto al aumento de la violencia ejercida contra ellas. Una ofensiva ideológica neoconservadora que critica los recursos invertidos en las mujeres. Precondiciones: Trayectoria de amplio recorrido en luchas por la defensa de los derechos de las mujeres. Conciencia de discriminación y de la existencia de sesgos sexistas hacia las mujeres. Una participación política comprometida y analítica de fines feministas. Logros: Crear un Partido y una plataforma ideológica inclusiva, para hombres y mujeres feministas. Inscribir el Partido a pesar de haber enfrentado barreras económicas, ideológicas, políticas y sociales. Promover la participación de hombres y mujeres en un Partido feminista. Participar en un proceso electoral, con una agenda propia, sin imposición de intereses ajenos. ¿Cómo se logró?: Por la existencia, en Costa Rica, de un feminismo que lucha por cambiar paradigmas y enfrentar el patriarcado (Organizaciones de Mujeres y feministas). Mediante la iniciativa de mujeres feministas de retar el sistema electoral costarricense, que esta acaparado por tres únicos partidos políticos. Con el importante trabajo realizado por el movimiento feminista de mujeres en el planteamiento de iniciativas de creación de nuevos espacios económicos, políticos y culturales. Con una rendición de cuentas financiera y reporte de todas las donaciones y contribuciones al Partido. Hasta la fecha (2005 2009) se presentan informes financieros de los recursos que se reciben, provenientes principalmente de los y las fundadoras del mismo, y en cantidades que nos superan los límites establecidos por el TSE. ¿Quiénes lo hicieron posible?: Fundadoras y Fundadores Junta Directiva Asamblea Provincial Asambleas Cantonales Asambleas Distritales Fortalezas y debilidades: FORTALEZAS Grupo de mujeres y hombres feministas identificados y comprometidos con esta iniciativa política. Mujeres feministas asumiendo el debate nacional. Un Partido cuya única dote es la trayectoria y experiencia en la defensa de los derechos humanos, en especial, de las mujeres. DEBILIDADES Fuerte tensión entre lo electoral y lo ideológico. Limitaciones de tiempo y dinero, ya que sólo cuentan con el trabajo voluntario y las contribuciones de simpatizantes y miembros/as. Dificultad para hacer llegar su discurso, debido a la falta de recursos para comunicarse con las personas cara a cara. El manejo en los medios de comunicación, de temas como el aborto, el Estado laico y presencia de hombres en el Partido. La construcción de institucionalidad, que supone hacer un partido político. No hay contradicción entre forma y fondo. ¿Qué aprendimos?: Construir una visión estratégica del país, del desarrollo, de la democracia y de todos los temas pendientes, en la visión de país, desde el feminismo y desde las mujeres. Concretar una visión ideológica feminista, en un instrumento esencialmente patriarcal en sus formas y contenidos, como es un partido político. Particularmente en lo que se refiere al concepto y práctica del poder y las exigencias del sistema electoral costarricense. Asumir la tensión permanente entre carisma e institución. Identificar, decodificar y replantear internamente, las explicaciones voluntaristas sobre su incapacidad organizativa y técnica, sin menospreciar la necesidad de definir e institucionalizar mecanismos y procedimientos de trabajo. Propiciar espacios de diálogo e intercambio con el movimiento de mujeres y feminista que permitan recuperar la experiencia, de cara al fortalecimiento como actoras políticas diversas. |
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