Eugenia Piza Lopez, Coordinadora del Área de Género y George Grey Molina, Economista Senior ambos del PNUD para América Latina y el Caribe presentan propuesta del PNUD para hacer del análisis de la pobreza multidimensional un instrumento que evidencie la pobreza y la exclusión de las mujeres en la región y se convierta en punta de lanza para mejores y más integrales respuestas desde los Estados.

El XVIII Encuentro de Estadísticas de Género se llevó a cabo en la Ciudad de Aguascalientes, México del 6 al 8 de septiembre, las y los especialistas hablaron ante la presencia de representantes de oficinas de estadística, Mecanismos para el Adelanto de la Mujer, especialistas del Sistema de Naciones Unidas, academia y sociedad civil. Piza Lopez enfatizó “Tenemos que hacer análisis que vayan más allá de la medición de las brechas de género y contribuya a visibilizar las exclusiones duras que viven las mujeres. Necesitamos repensar la política pública, proponer procesos más consultativos y dinámicos y respuestas que se enfoquen en problemas clave y, a la vez, integren intervenciones de los sectores relevantes para dar soluciones más integrales”.

El objetivo del XVIII Encuentro fue revisar la ruta y acciones para asegurar que todos los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tengan una perspectiva de género. Dentro de esta propuesta, integrar género en la medición de la pobreza multi-dimensional se hace prioritario.  Para esto, es necesario reforzar capacidades y compromisos de los Estados en materia de manejo de datos para que las estadísticas utilizadas para medir progreso en los ODS provean la mejor plataforma para abordar las brechas y exclusiones de género, explico George Gray Molina del PNUD.

Entre 2003 y 2013, 72 millones de personas salieron de la pobreza y 94 millones ingresaron a la clase media en América Latina y El Caribe, según el último Informe de Desarrollo Humano de la región. Aunque el promedio de Desarrollo Humano mejoró considerablemente entre 1990 y 2015, unas 30 millones de personas, la mayoría mujeres, pueden recaer fácilmente en pobreza ya que a pesar de tener mejores ingresos, subsisten en condiciones de vulnerabilidad y de exclusión.
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Fotos: INMujeres México

Para evitar el retroceso en estos avances y llegar a las poblaciones en condiciones de extrema vulnerabilidad, los gobiernos tienen un papel clave en la implementación de medidas; aumentar el acceso al empleo de calidad, mejores y universales sistemas de protección social, mejores sistemas de cuidados y la promoción de un mayor acceso a los activos físicos y financieros, hacen parte de la canasta básica de resiliencia que permite no recaer en la pobreza.

Pero, para no dejar a nadie atrás, como señala la Agenda 2030, no es posible trabajar con los promedios nacionales. “Necesitamos mejores datos para examinar de manera pormenorizada los promedios nacionales—incluidos los que parecen indicar que vamos por un buen camino— para ver a quién se está quedando atrás y por qué, y debemos considerar prioritario atender a esos grupos con el fin de garantizar el desarrollo humano para todas las personas”, continuo Gray Molina.

Por su parte, Luiza Carvalho Directora de ONU Mujeres para la América Latina y el Caribe, mencionó que: “solamente 13% de los países en el mundo destina presupuesto para la recolección de datos estadísticos de género y reafirmó el compromiso de ONU Mujeres en continuar apoyando las estadísticas de género en América Latina y El Caribe para que se reflejen las desigualdades en las decisiones sobre políticas públicas sin dejar a nadie atrás”.

PNUD resaltó la relación entre los procesos políticos y técnicos. Piza Lopez enfatizó que construir un índice de pobreza multidimensional necesita por igual voluntad, consenso, así como data y métrica y la dimensión de género debe estar presente en la construcción del consenso entre diferentes instituciones y una clarificación de los principios, así como la construcción y análisis de las encuestas y registros administrativos, en los indicadores y los umbrales.

El PNUD se ha comprometido a profundizar la aplicación de instrumentos de medición multidimensional de la pobreza con perspectiva de género, que sirva para guiar las políticas públicas de cada país. Se propone enriquecer el análisis con dimensiones ausentes como variables ambientales, exposición a catástrofes, calidad de los servicios –que trasciende la cobertura- o el acceso a la justicia, entre otros.

El seminario abordó temas de estadísticas de género para medir la discriminación y las desigualdades de las mujeres, con el objetivo de comprender y visibilizar las múltiples exclusiones que se enfrentan.  Se abordaron temas como las variadas expresiones y tipos de violencias contra las mujeres, el análisis sobre el trabajo decente y remunerado, el trabajo no remunerado, y la necesidad de medir como perduran, se interrelacionan e intersectan las desigualdades y exclusiones que enfrentan las mujeres indígenas y afrodescendientes.

El Encuentro en Aguascalientes es organizado anualmente por CEPAL y ONU Mujeres, en el marco del Grupo de Trabajo de Estadísticas de Género. Este evento permite a las organizaciones participantes intercambiar conocimientos y compartir los avances estadísticos en cuanto a la igualdad de género. “Hemos construido a lo largo de estos años un espacio en dónde los Mecanismos para el Adelanto de las mujeres aprenden estadística y los estadísticos aprenden sobre igualdad, sobre autonomía de las mujeres, sobre libertad, sobre derechos, sobre transformaciones profundas. Tenemos la urgente necesidad para poder aprovechar la ventana que nos abren los ODS de hacer la revolución de los registros con perspectiva de explotación estadística» afirmo Marcela Eternod, Secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres de México.