El PNUD apoyo la integración de la perspectiva de género en la elaboración del Sexto Informe País de la Convención sobre Diversidad Biológica. A través del proceso se pudieron identificar una serie de lecciones aprendidas y oportunidades que tiene el país para continuar promoviendo la incorporación de la perspectiva de género en las iniciativas ambientales.

El objetivo último es que el país pueda contar con las políticas, capacidades institucionales e iniciativas que contribuyen a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad que sean género responsivas o incluso que puedan ser consideradas género transformadoras. Durante el proceso se realizaron 06 sesiones sobre cómo integrar el análisis de la perspectiva de género en la biodiversidad, también sesiones con jerarcas de las diferentes instancias que componente el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) que permitieron reflexionar sobre el reconocimiento de mujeres como agentes de cambio y su rol en la conservación, uso sostenible de la biodiversidad, la importancia de crear y utilizar información desagregada y espacialmente explícita sobre el papel de las mujeres y su contribución a la biodiversidad. Los resultados de este proceso han permitido una re-apropiación de las acciones para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el MINAE que marcarán una diferencia sustantiva en su quehacer.

El PNUD apoyó la creación del diagnóstico institucional de brechas de género en el Sistema Nacional de Áreas de Conversación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). Un esfuerzo que permitió visibilizar la importancia de integrar la igualdad de género en todo el MINAE a través de la experiencia del SINAC. El diagnóstico se realizó con una metodología mixta e integradora que logró 216 encuestas sobre conocimiento y aplicación de medidas con perspectiva de género, entrevistas individuales y grupos focales que tuvieron como resultado 07 grandes recomendaciones para el SINAC: a) Generar una Arquitectura de Género, b) Generar las condiciones necesarias para balance efectivo de la vida laboral y personal, c) Fortalecer la gestión de los Recursos Humanos a luz de la perspectiva de género, d) Crear una estrategia para eliminar el hostigamiento sexual dentro del SINAC, e) Crear una estrategia para eliminar el hostigamiento laboral dentro del SINAC, f) Crear el departamento de Salud Ocupacional, y g) Desarrollar una estrategia sólida para asegurar la participación efectiva y el empoderamiento de las mujeres en las comunidades y los órganos colegiados. Este proceso ha sido innovador y promotor de una línea base de información sobre las brechas necesarias de transformar en el SINAC, el cual además servirá de piloto y punto de partida para reducir las brechas de género en el sector biodiversidad y asegurar la igualdad de género y la contribución de las mujeres en la conservación de la diversidad biológica.

El PNUD apoyó la creación del primer portafolio digital de género y cambio climático. Este esfuerzo representa una contribución para identificar proyectos e iniciativas de organizaciones e instituciones en el campo de la acción climática, que se desarrollan con la participación de las mujeres y una perspectiva de género que enriquece las contribuciones nacionales y la transformación hacia la descarbonización de la economía. Esta iniciativa fue gestionada con la Dirección Nacional de Cambio Climático (DCC) mediante el NDC Support Programme. Para acceder al portafolio se puede ingresar a: https://cambioclimatico.go.cr/

En alianza con el Consejo Consultivo Ciudadano de Cambio Climático para Mujeres (5C Mujeres), el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) y el PNUD apoyaron la realización del Primer Encuentro de Mujeres y Cambio Climático, el pasado 1 y 2 de diciembre, en el marco de los #16DíasdeActivismo para poner fin a la violencia contra las Mujeres y las Niñas. El Encuentro tuvo por objetivo reconocer el papel de las mujeres en la adaptación o la mitigación a los efectos del cambio climático desde sus proyectos comunitarios y locales, permitió intercambiar conocimientos, experiencias y buenas prácticas entre las participantes; con más de 40 organizaciones comunales y locales de mujeres, la actividad se desarrolló en Dota de Cartago en una Finca AgroFeminista, Ecológica y Educativa.  Además, este espacio buscó fortalecer la asamblea nacional de Mujeres frente al Consejo Consultivo Ciudadano de Cambio Climático (5C), instancia creada con el apoyo del PNUD y que tiene un rol protagónico en la gobernanza nacional de cambio climático.

El PNUD  apoyó la elaboración de la Política de Igualdad de Género 2018-2033 del AyA y su Primer Plan de Acción 2018-2022; la cual se convirtió en la primera política de género del sector ambiental costarricense. El objetivo general de la Política es promover la implementación de acciones estratégicas para la transversalización del enfoque de género en todo el quehacer del AyA que contribuya en la disminución de las brechas entre mujeres y hombres, con el fin de fortalecer un desarrollo democrático e inclusivo y una gestión integrada del recurso hídrico. La Política se formula sobre cinco lineamientos estratégicos, los cuales se definieron a partir de los resultados del diagnóstico y su proceso de validación, y que cabe mencionar, se hicieron converger estos lineamientos con el Plan Estratégico del AyA 2016-2020, a fin de que, pueda desarrollarse un trabajo articulado e integrado en todo el accionar de la Institución para la integración de la perspectiva de género. Los lineamientos son: Ambiente libre de sexismo y discriminación, Conciliación vida laboral y vida familiar, Igualdad de Género en oportunidades y beneficios para el personal del AyA, Servicios con perspectiva de género e Igualdad de género en las Asociaciones de Acueductos Rurales (ASADAS).

El PNUD, en el marco del Proyecto Fortalecimiento de las capacidades de Asociaciones de Acueductos Rurales (ASADAS) para enfrentar riesgos del Cambio Climático en comunidades con estrés hídrico en el Norte de Costa Rica, se promueven acciones para mejorar la participación y el empoderamiento de las mujeres en el sector hídrico. Una de estas iniciativas fue el curso básico dirigido específicamente a mujeres sobre conocimientos introductorios de fontanería, con el objetivo de mejorar su participación dentro de las ASADAS como promover una oportunidad laboral a las mujeres en un oficio no tradicional. La actividad permitió reunir a 32 mujeres de Upala, Los Chiles y Guatuso y permitió igualmente abordar temas relacionados con derechos y el papel de la mujer en el desarrollo; esta iniciativa ha permitido crear una sinergia entre el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el PNUD para crear un curso técnico oficial sobre fontanería para mujeres de 250 horas de aprovechamiento y que asegure la inserción laboral de las participantes en las ASADAS de la región huetar norte del país.

El PNUD reconoce que el papel que desempeñan las mujeres en la gestión del recurso hídrico se ha ido modificando en los últimos años, han dejado de ser solo recolectoras y proveedoras, para colocarse en un rol más importante en la administración, en la protección y en la toma de decisiones sobre el recurso. La igualdad de género ha permitido crear capacidades en las mujeres de las ASADAS que aumentan la posibilidad de contar con mayores agentes de cambio para generar medidas de adaptación al cambio climático, su participación activa permite asegurar más recursos comunitarios para promover la información y la sensibilización sobre las medidas para mitigar la vulnerabilidad hídrica. Al ser las mujeres las principales administradoras del recurso hídrico en los hogares es posible, con su participación e incidencia, generar transformaciones que impacten el uso racional del agua y las acciones para prevenir los impactos de los desastres hidrometeorológicos.  Para conocer las vivencias de las mujeres lideresas de las ASADAS revisar: https://www.facebook.com/127144167311981/posts/2684360404923665?sfns=mo

El PNUD reconoce el papel de las mujeres en las pesquerías nacionales. En un mundo caracterizado por una alta presencia masculina en los trabajos del sector pesquero, comprender el rol de la mujer en la pesca de grandes pelágicos ha sido uno de los principales desafíos, y para el PNUD sin duda alguna. Según datos de CEPAL, en el país solo un 2% de las mujeres son empresarias. Las mujeres juegan un rol importante en actividades relacionadas con la pesca, estando más involucradas en la acuacultura, el procesamiento y mercadeo, en algunos casos también participan en la recolección y captura directa. Sin embargo, como en otras partes del mundo, en Costa Rica su trabajo es invisibilizado y rara vez aparece en las estadísticas del sector pesquero o en evaluaciones socioeconómicas. Ante la necesidad de diversificar sus actividades económicas, las mujeres han comenzado a organizarse dentro de las comunidades pesqueras. Reconocer su papel en las cadenas de valor y los medios de vida debe ser una prioridad, para ello se creó un reconocimiento de varias muejres lideresas del sector mediante sus historias: https://pnudcr.exposure.co/navegar-hacia-el-futuro?source=share-pnudcr

El PNUD está apoyando la creación de la Política Nacional de Igualdad de Género e Inclusión social para el Sector Agropecuario y Rural Costarricense 2019-2030. Este esfuerzo asegurará una transformación de género en el sector liderado por el Ministerio de Ganadería y Agricultura (MAG), especialmente cerrar las brechas y desigualdades que viven las mujeres y las personas jóvenes en el acceso y disfrute de los servicios agropecuarios y rurales, y de las oportunidades de desarrollo económico rural.. El proceso ha implicado una amplia seria de consultas regionales con mujeres y jóvenes en las 8 regiones del país, con el fin de conocer cuáles son sus principales necesidades y cuáles los retos de la institucionalidad del MAG. Algunos de los resultados arrojados evidenciaron la necesidad que tienen las mujeres y los jóvenes al acceso a las tecnologías, financiamiento a los proyectos productivos, desarticulación institucional, poca asistencia técnica, invisibilización de las mujeres en los procesos, poco acceso a las tierras, falta de espacios de comercialización, carencia de infraestructura adecuada, inexistencia de servicios diferenciados en las instituciones, entre otros. Cabe mencionar que este esfuerzo se efectúa en sinergia con el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).