| En lo que va de este siglo, la existencia de puestos “femeninos” y “masculinos” parece seguir siendo prevalente, sin una clara tendencia a la baja, en América Latina.
 Esta segregación ocupacional por género, tiene múltiples causas (económicas,
 domésticas y culturales), y a su vez tiene consecuencias en el mantenimiento
 de varias otras desigualdades de los mercados de trabajo (inserción, salarios y
 ascensos, entre otros). Este trabajo contribuye con evidencia reciente a una tradición
 de estudios sobre segregación en la región1
 Esta segregación ocupacional de género obedece a factores relacionados tanto conla demanda como con la oferta. Por el lado de la demanda, la discriminación, los
 estereotipos y los sesgos inconscientes pueden ser factores determinantes de la
 segregación. Entre los factores relacionados con la oferta, las diferencias de género
 en el tipo de capital humano de que disponen las personas son clave. Estas, a su
 vez, dependen de decisiones tanto individuales como familiares basadas en la
 consideración de las capacidades humanas y financieras, y en las proyecciones
 relativas al uso que se dará al capital humano acumulado. La inversión en la
 educación y la capacitación de las mujeres de la familia no está al margen de las
 ideas, las prácticas y las costumbres relacionadas con la división sexual del trabajo
 y con las concepciones respecto de la importancia de los mismos.
 | Autoría: PNUD, OIT           Año:2019
   
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