En 2017, el río Piura se elevó 1,8 metros y pintó de lodo las calles de Catacaos, una ciudad del norte del Perú conocida por su gastronomía y artesanías.

A dos años del desastre, las paredes del taller de Juana Solano todavía enmarcan la altura de la inundación.

Juana tenía ocho años cuando su madre le enseñó a tejer, transmitiendo la antigua tradición familiar que ella había aprendido, a su vez, de su madre.

El negocio de Juana, al igual que el de otras tejedoras en la ciudad, se vio gravemente afectado por la inundación y el posterior alud, que se cobró muchas vidas, afectó a más de 90.000 personas y se llevó consigo el trabajo de más de 300 mujeres, dejándolas sin empleo durante varios meses.

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Juana tenía ocho años cuando su madre le enseñó a tejer, transmitiendo la antigua tradición familiar que ella había aprendido, a su vez, de su madre.

 

En los seis meses que siguieron a la inundación, los ingresos de Juana se vieron reducidos en un 90% y ella estima que perdió más de US$ 12.000. No fue solo ella, sino que alrededor de un 70% de las artesanas de la ciudad se encontraban en una situación similar.

Pero ella y las otras propietarias de negocios han aprendido del desastre y, con la ayuda del PNUD, lo han utilizado para fortalecer sus asociaciones, negocios y vidas.

“Las lluvias no nos han llevado a nosotras. Seguimos tejiendo, nos estamos recuperando”, dice Juana.

 

 

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María Mendoza es maestra del tejido y lideresa de la Asociación Virgen del Socorro, que comenzó en 1987 con 30 tejedoras. Ella recuerda vívidamente cómo sus artesanías fueron arrastradas por las inundaciones.

Sin embargo, ella y su hija Cecilia recogieron las piezas y volvieron a tejer para recuperar lo perdido.

Todas las mujeres son parte de «Tejiendo futuro», una iniciativa desarrollada por el PNUD y el sector privado para reconstruir y fortalecer los negocios de Catacaos, y para que puedan estar preparadas ante un futuro desastre, sin que este les afecte tanto.

 

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María Mendoza es maestra del tejido y lideresa de la Asociación Virgen del Socorro, que comenzó en 1987 con 30 tejedoras.

 

Las artesanas comenzaron a recuperarse de forma lenta pero segura, desarrollando sus negocios y conectando sus artesanías a los mercados tanto dentro de Perú, como internacionalmente.

Las organizaciones del sector privado y el Gobierno también están trabajando con ellas para desarrollar modelos de negocios, fortalecer su liderazgo dentro de sus comunidades y resaltar el valor que tienen como mujeres, artesanas y empresarias.

Zuly, la hija de Juana, señala lo importante que han sido las alianzas para brindarles oportunidades y fortalecer sus negocios.

“Lo que más me gustó fue que nos enseñaron sobre nosotras mismas, a cómo valorarnos y lo que hacemos”, dice ella.

 

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Tejiendo Futuro, una iniciativa desarrollada por el PNUD y el sector privado para reconstruir y fortalecer los negocios de Catacaos.

 

A través del apoyo del PNUD, las lideresas de las asociaciones no solo han reactivado su economía, sino que son más fuertes que nunca. Cuentan ya con planes de negocios sostenibles y estrategias de contingencia en coordinación con el gobierno local para evitar las consecuencias negativas que una futura inundación podría traerles, y ahora sueñan en grande.

Juana y Mercedes son presidentas que lideran dos grandes asociones de la región, y que dedican más del 40% de su tiempo al tejido de paja toquilla. Esta actividad no es solo arte, es también su sustento y trabajo y lo que les permite brindarles educación y salud de calidad a sus hijos.

“Mi sueño es que mis productos sean conocidos en todo el mundo”, dice Mercedes.

 

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La Oficina de Turismo y Comercio de Piura trabaja con las artesanas para conectarlas con los mercados internacionales y crea de redes con diseñadores nacionales e internacionales para desarrollar y mejorar sus productos.

“La recuperación es salir adelante, empezar de nuevo y reactivar, sobre todo, los medios de vida”, dice Eliliana Castillo, voluntaria de Naciones Unidas.

Al igual que Juana, María y Zuly, otras 300 artesanas siguen tejiendo en el norte de Perú, compartiendo con otras mujeres sus conocimientos, aprendiendo cómo innovar y empoderándose para no dejar a nadie atrás.

«Tejiendo futuro» fue desarrollado por el PNUD Perú y la Red de Energía del Perú, en alianza con el programa Impulsa Perú del Ministerio de Trabajo, el programa Grandes Mujeres de Belcorp y la Universidad de Piura.

 

pnud 5Uno de los populares sombreros de Tejiendo Futuro. “Mi sueño es que mis productos sean conocidos en todo el mundo”, dice Mercedes, lideresa de la asociación de tejedoras.

 

Footnotes: Texto: PNUD Perú / Mariana Iturrizaga. Fotografía: PNUD Perú / Mónica Suárez Galindo, José Olcese. Edición de fotografía: Rico Cruz, pasante de fotografía en PNUD New York.

Fuente:https://stories.undp.org/tejiendo-futuro