La empresa «Artesanías Pachamama S.A.» es una iniciativa de mujeres tejedoras, campesinas indígenas quechua hablantes, que produce tejidos de alpaca y actualmente exporta casi la totalidad de su producción a los Estados Unidos. Se organiza sobre una Asamblea General de Socias (73 mujeres) y cuenta con una Junta Directiva, integrada por socias elegidas en la Asamblea; un Comité de Producción, encargado de recibir los pedidos, definir los insumos necesarios de acuerdo con los modelos solicitados y realizar la compra de lana de calidad requerida para la exportación; y un Comité de Almacenamiento, que recibe la materia prima y la distribuye entre las socias tejedoras de acuerdo con un plan de trabajo definido en la Asamblea, donde se respeta las habilidades de cada una así como su disponibilidad de tiempo. Además, tienen un Comité de Calidad, que supervisa – en las reuniones semanales – el proceso de tejido de cada una de las piezas, asesora y dirige a las tejedoras y revisa la pieza terminada para asegurar su excelencia. Finalmente, disponen de un Comité de Exportación cuyos integrantes, con la Junta Directiva, vuelven a comprobar la calidad de cada prenda, y un especialista contador, también de la comunidad, contratado por la Asociación para tal fin.
Necesidades: Buscar actividades generadoras de ingresos para la superación de la pobreza en el ámbito rural. Sobreponerse a la exclusión de las mujeres rurales por motivos de género, clase, lugar de residencia y de discriminación racial, cuando se trata de mujeres indígenas, como es el caso de las mujeres que participan en el proyecto productivo de Artesanías Pachamama S.A. Logros: La empresa genera ingresos anuales cercanos a los 300 dólares para cada una de las 73 socias, ingresos que superan los generados por la actividad agropecuaria y son, en muchos casos, la principal fuente de liquidez para las familias. En el proceso, las mujeres se han fortalecido como personas, han enfrentado las resistencias de sus esposos a su inserción en actividades laborales y se han apoyado entre sí. Con recursos que reúnen de donantes extranjeros, han montado un comedor comunitario que ellas mismas atienden por turnos, donde se da alimentación a los niños y niñas y a los jóvenes y ancianos de escasos recursos de la comunidad. El grupo también estableció un sistema de ahorro para las socias. ¿Cómo se logró?: Surgió al interior de un Club de Madres San Martín, cuando un grupo de mujeres, alentadas por una monja, deciden mejorar su producción de tejidos a mano y buscar canales de comercialización diferentes a los puntos de afluencia turística. Muy pronto se dieron cuenta de que debían mejorar la calidad de las prendas y modernizar sus diseños. A través de sus gestiones llegaron a participar y ganar un concurso del Proyecto de Desarrollo del Corredor Puno-Cusco, con lo cual obtuvieron financiamiento para capacitación técnica, productiva, empresarial y comercial. ¿Quiénes lo hicieron posible?: Las mujeres tejedoras, que lograron encontrar el apoyo de diversas organizaciones y también del Ministerio de Trabajo, la Defensoría de la Mujer, del Niño y del Adolescente (DEMUNA) y del Centro de Investigación de Recursos Naturales y Medio Ambiente (CIRNMA). ¿Qué aprendimos?: Que es posible unirse, fortalecerse, enfrentar la oposición de los hombres, generar recursos e impulsar el cambio cultural hacia el respeto de los derechos de la mujer y hacia la valoración de su contribución a la reducción de la pobreza en sus familias y en sus comunidades. |
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