Los países de Centroamérica y República Dominicana enfrentan el desafío de garantizar a las personas sus derechos humanos en un contexto de violencia que afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres.
El Proyecto Regional Infosegura/PNUD/USAID junto con las Instituciones productoras de información del país, presentan el análisis de violencia contra las mujeres en Honduras 2020.
Este análisis permite a partir de la evidencia visibilizar y reconocer la situación de la violencia contra las mujeres en Honduras, también revela los avances, como las medidas para responder a los rezagos, retrocesos y desafíos que se den en materia de gestión de información y políticas públicas sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas en Honduras.
En Honduras, las mujeres se ven afectadas por una espiral de delitos que atentan contra su integridad y sus vidas. Esto se puede ver agravado por contextos de crisis, como la derivada por la pandemia de COVID-19.
La violencia afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres según la edad. Las denuncias de mujeres son en su mayoría por delitos sexuales, violencia doméstica e intrafamiliar. Entre más jóvenes, las niñas y mujeres denuncian en mayor medida delitos sexuales. A medida la edad incrementa, la violencia doméstica e intrafamiliar acumulan la mayor cantidad de denuncias. 88 de cada 100 víctimas de delitos sexuales son mujeres.
En 2020, el sistema de llamadas emergencia 911 superó las 100 mil llamadas por violencia doméstica (57%) e intrafamiliar (43%). En 2020 se contabilizaron 2,461 denuncias por delitos sexuales, una de las cifras más bajas registrada durante el período observado. Esto puede ser consecuencias de las dificultades para reportar debido a las medidas de restricción de movilidad implementadas debido a la pandemia.
La violencia contra las mujeres inicia en el hogar, en las primeras etapas del ciclo de vida los datos disponibles revelan que, en las niñas, el riesgo de ser víctimas de maltrato se incrementa a medida entran en la adolescencia. En 2020, la proporción de denuncias de maltrato fueron en su mayoría de niñas.
Las muertes violentas de mujeres continúan experimentando una reducción más lenta en menor proporción en comparación con la tasa de hombres. Mientras que a 2020 la tasa de muertes violentas de hombres se redujo en un 56.9% respecto a 2011, la de las mujeres se redujo en 45.9%.
Las jóvenes son el principal blanco de la violencia femicida en Honduras. Son Jóvenes un poco más de un tercio (36%) de las víctimas del total de muertes violentas de mujeres entre 2013 y 2020. A partir de los 15 años, la probabilidad de ser víctima de este delito se incrementa.
Uno de cada tres homicidios de mujeres ocurrió en espacios privados (vivienda). Esta proporción ha incrementado 600% desde 2013.
La mayor parte de las muertes violentas de mujeres se concentra en la zona norte y la zona central del país, especialmente en los municipios de Distrito Central, San Pedro Sula y Choloma.
Entre 2010 y 2020, 6 de cada 10 muertes violentas de mujeres fueron tipificadas como femicidios según IUDPAS/UNAH. En 2019, se registró un total de 393 muertes violentas de mujeres, de las cuales 295 fueron tipificados como femicidios.
Es necesario usar la evidencia que existe en el país a fin de diseñar lineamientos estratégicos de coordinación interinstitucional para la aplicación de la Política Nacional de la Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010- 2022 (II PIEGH), que contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres como titulares de derechos, para reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad.