Las mujeres aún se sienten menos seguras, menos escuchadas y menos importantes que los hombres. Esas afirmaciones se recogieron durante el amplio proceso de consulta realizado para la definición de la nueva agenda 2030, donde la igualdad de género surgió como una prioridad de desarrollo. Como respuesta, los nuevos ODS plantean la doble estrategia de tener un objetivo específico de género y empoderamiento de las mujeres (objetivo 5) y de transversalizar el enfoque de género en los otros objetivos. El PNUD, ONU Mujeres, CEPAL, la OIT y el gobierno del Uruguay han considerado que no se puede perder ni un minuto para establecer una estrategia conjunta en América Latina y el Caribe para abordar estos objetivos. El primer paso ha sido la articulación entre los organismos e instituciones nombrados convocando a un diálogo entre personas expertas en transformación del Estado, políticas públicas e igualdad de género.

 

 

Las mujeres aún se sienten menos seguras, menos escuchadas y menos importantes que los hombres. Esas afirmaciones se recogieron durante el amplio proceso de consulta realizado para la definición de la nueva agenda 2030, donde la igualdad de género surgió como una prioridad de desarrollo. Como respuesta, los nuevos ODS plantean la doble estrategia de tener un objetivo específico de género y empoderamiento de las mujeres (objetivo 5) y de transversalizar el enfoque de género en los otros objetivos. El PNUD, ONU Mujeres, CEPAL, la OIT y el gobierno del Uruguay han considerado que no se puede perder ni un minuto para establecer una estrategia conjunta en América Latina y el Caribe para abordar estos objetivos. El primer paso ha sido la articulación entre los organismos e instituciones nombrados convocando a un diálogo entre personas expertas en transformación del Estado, políticas públicas e igualdad de género.

La Asamblea General de la ONU aprobó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el pasado 26 de septiembre de 2015. Se trata de una agenda que propone la transformación mundial en quince años. Para el año 2030 con el cumplimiento de los 17 objetivos se espera, por ejemplo, reducir las desigualdades sociales, lograr el restablecimiento del medio ambiente y garantizar la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas. Sin embargo, apuntamos al menos cuatro desafíos que son relevantes para que los ODS puedan ser un acelerador de la igualdad de género en la región: 1) Es difícil poder mostrar progresos en algunas áreas por falta de datos y análisis de calidad; 2) la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se aborda como un sector más, en lugar de verlo como un driver central en los planes de desarrollo nacionales y en las diversas políticas del Estado; 3) los mecanismos y capacidades institucionales para lograr un verdadero mainstreaming son limitadas; 4) la financiación, el presupuesto, no es adecuado para el reto de desarrollo que se quiere afrontar: transformar los sistemas políticos, económicos, sociales y culturales para que sean igualitarios.

Para abordarlos se han planificado 4 con diálogos virtuales entre aproximadamente 60 personas en total. De estos se han desarrollado 3 webconferencias donde han participado alrededor de 12 personas invitadas, dos facilitadoras y representantes de las organizaciones convocantes y queda pendiente una de la región Caribe.

Los objetivos de los diálogos son:

• Reflexionar sobre los avances y limitaciones alcanzados por las diversas estrategias estatales para reducir las desigualdades de género en la región en términos institucionales y de resultados en el campo de las políticas públicas más incluyentes en el nuevo contexto de Post 2015

• Reflexionar sobre las claves de diseño e implementación de políticas públicas transformativas y efectivas en la reducción de desigualdades de género en particular en las tres autonomías (física, económica y de toma de decisiones), con el fin de avanzar en el análisis de cómo crear e implementar políticas incluyentes.

• Analizar los factores políticos, institucionales, culturales, entre otros que plantean restricciones, riesgos y amenazas para el proceso de transformación del estado hacia políticas más incluyentes e iidentificar estrategias novedosas dentro o fuera de la región para lograr estas transformaciones.

Las principales conclusiones de las webinars realizadas han sido:

Los ODS se aplicarán en contexto regionales caracterizados por una desaceleración del crecimiento económico que puede afectar los derechos de las mujeres porque podría producirse un recorte de gastos e inversiones, ha habido avances en cuanto a derechos humanos, agendas propias, promoción de la transversalidad de género. Pero las desigualdades de género se producen en el marco de múltiples estructuras que, como los Estados, también requieren transformación: partidos políticos, espacios sindicales, movimientos sociales.

La agenda de género está posicionada a nivel de discurso pero sin voluntad de implementar transformaciones y está concentrada en temas como la violencia, derechos sexuales y reproductivos y participación política y un menor énfasis relativo en temas de autonomía económica.

En relación a las estructuras del estado, existen estructuras pero con debilidades, problemas con los operadores y herramienta de gestión débiles en muchos de los casos no están jerárquicamente muy bien situadas y no tienen la capacidad de transversalizar en las políticas públicas, pero han aumentado las entidades y los programas de carácter nacional, sub nacional o local que tienen que ver con el tema de la igualdad de género en toda América Latina.

En cuanto a los procesos y políticas predomina un enfoque mujerista que no alcanza un enfoque género transformativo; se carece de diagnósticos adecuados, con interés en la producción de estadísticas desagregadas sin que esto signifique que sean calificadas ni completas; no hay contribuciones significativas y sistematizadas en metodologías y tecnologías para transversalidad sino una mecanización burocrática de la transversalización. Queda claro que los procesos para la transversalización de la igualdad no son solo técnicos y de gestión, son procesos políticos.

Estos procesos se basan en actores y culturas organizacionales donde existen resistencias a trabajar sobre los asuntos que tienen que ver con la igualdad o discriminación; hay un manejo limitado de la terminología, los conceptos y la metodología sobre políticas públicas aunque hay nuevas generaciones de expertos feministas en el Estado.

La relación entre Estado y sociedad se visibiliza como una relación con dificultades, donde Los actores sociales, tanto el movimiento feminista en un sentido estricto como las organizaciones sociales de mujeres, movilizan temas como los económicos pero no se vinculan con la institucionalidad de género o con la institucionalidad de género más Mainstreaming, es muy diverso y polifónico; la Academia está de espaldas al problema de las políticas públicas de las mujeres en América Latina. La formación sigue siendo clave junto con la sensibilización que debe ser sistemática, con varios niveles de especialización

Los organismos electorales de participación y representación política tienen la misión de preguntarse si las condiciones para la contienda electoral son equitativas y tienen la potencialidad de interpretar la participación política igualitaria y la autoridad para establecer los mecanismos para su puesta en práctica, tienen también cómo impulsar la democracia. Tienen una posición clave para de trabajar con los partidos políticos para su democratización. Pero entendiendo que el avance en la participación política no aseguró la agenda de género, la agenda feminista ni la lucha contra todas las formas de opresión. Por ello hay que repensar las instituciones completas no solo cómo las mujeres acceden al mundo público sino como se logran instituciones más inclusivas en términos de género, ruralidad o urbanidad, etnia, edad.

En cuanto a temas concretos como la salud y el desarrollo sostenible, se destacó que la sinergia de los ODS es clave para la igualdad de género y para la igualdad de género en salud específicamente. Se visibilizan dificultades pero también caminos claros como: avanzar en el acceso universal a la salud con enfoque de ciclo vital; compensar a las mujeres estimando el valor de las contribuciones del trabajo remunerado y no remunerado que ellas hacen en la atención en salud; y contar a las mujeres como fuerza de trabajo en el sector salud. Es clave relacionar el uso del tiempo con el valor económico que tiene el tiempo en salud y cómo las tareas de cuidados de las mujeres tanto en el trabajo remunerado como no remunerado hacen un aporte económico que no es reconocido e impide acceder equitativamente a otros tipos de bienes.

Está claro que hay un rol de las administraciones públicas en el cumplimiento de los ODS, primero es una nueva oportunidad para que los Estados se transformen. Partiendo de la situación actual con alto porcentajes de mujeres en las administraciones públicas pero esto disminuye en los cargos de dirección; alto nivel de discriminación; incoherencia entre discurso y práctica; opacidad, falta de transparencia por lo que hay dificultad para encontrar datos, entre otros, lo que lleva a la necesidad de cambios: Seguir profundizando el ordenamiento jurídico para la igualdad; mayor transparencia y eficiencia, cambios en la cultura organizacional y revisar la meritocracia para determinar cuáles son las condiciones para una inclusión real.

 

Planteamientos clave:

·         Reposicionar la dimensión política de la igualdad de género y recuperar el sentido de la transversalidad como una estrategia política.

·         Contemplar que hay que interpelar múltiples estructuras de dominación desde lo político.

·         Diseñar entramados institucionales que superen restricciones como las economías interconectadas

·         Desarrollar conjuntamente los ODS con los temas de derechos sobre la base de lo avanzado con los ODM

·         Pensar cómo involucrar a los actores y jugadores que están construyendo agenda ( e incluir nuevos actores).

·         Trabajar el tema presupuestario: cuánto costarán las políticas planteadas y las reformas fiscales necesarias para el efecto. Nuevos conceptos en la economía y nuevas formas de conceptualizar la economía

·         Fortalecer la acción de los movimientos no solo para exigir al estado sino para poner agendas en lo estatal y luego ejercer control social, rendición de cuentas, transparencia.

·         Pensar en un nuevo contrato social con un nuevo equilibrio entre hombre y mujeres y donde se ponga todo el énfasis en la corresponsabilidad entre hombre y mujeres en todas las esferas de la vida pública y privada.

 

Y nos quedan preguntas en el aire:

• ¿Cómo lograr un nuevo contrato entre las mujeres y el Estado? ¿Hay que apostar más a la burocracia o más a la política?

• ¿Cómo hacer que quienes tienen poder real en el Estado se comprometan con la igualdad de género?

• ¿Cómo hacer que haya sinergia efectiva de la institucionalidad diversa?

• ¿Cómo integrar a los hombres en los compromisos?

• ¿Cómo vencer las resistencias individuales y colectivas en las burocracias?

• ¿Cómo interpelar y transformar las estructuras?

• ¿Cómo se financian los objetivos?

• ¿Cómo se regula la actividad privada y el financiamiento de las políticas públicas dentro de las agendas?

• ¿Cuáles serán los sistemas de gobernanza de los ODS?

Te invitamos a que consultes los resúmenes de las webinars: AQUÍ

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