El proceso de aprobación de la ley estuvo signado por los vaivenes políticos y por los manejos de las cúpulas partidarias. La Ley establece las medidas necesarias para la promoción de la igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres con el objetivo de ir cerrando brechas de desigualdad que por razones de género persisten en lo económico, social y sexual. Busca garantizar la incorporación de una política de género en las políticas de Estado, gobiernos municipales y regionales, y establecer políticas obligatorias para el gobierno en cuanto a sus responsabilidades públicas para con las mujeres. El principio fundamental que la sustenta es trabajar por un cambio de mentalidad concienciando a la sociedad nicaragüense acerca de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Para los mecanismos de la aplicación de la ley se asigna como organismo rector al Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM) y la creación de un Consejo Nacional de Igualdad de Oportunidades.

Necesidades:

Cumplir con el contenido de la Constitución y con los compromisos internacionales suscritos por el Estado.

Precondiciones:

La proposición de ley fue gestionada desde la Comisión de la Mujer, la Niñez, la Familia y la Juventud, con el apoyo amplio de la embajada de Suecia. La primera propuesta tenía serías deficiencias y se le hicieron las observaciones pertinentes. Desde la Comisión se indicó que se tomarían en cuenta las mismas y se incorporarían en el anteproyecto de ley, pero no se hizo así. Entre los cuestionamientos había nuevas indicaciones al texto de ley y al procedimiento mismo que se estaba utilizando, puesto que la norma nació como una iniciativa institucional de una Comisión de la Asamblea Nacional, pero acabó convertida en un instrumento partidario, que incluso se estaba utilizando para apuntalar una candidatura presidencial en una campaña electoral. Estos aspectos y otros como los referentes a la intervención de la iglesia católica y de las iglesias evangélicas, retardaron su elaboración y promulgación.

Logros:

Aprobar la Ley que llevaba once años estancada tras una gran oposición de ciertos sectores sociales y de la Iglesia Católica.

¿Cómo se logró?:

No fue elaborado de manera particular, sino tras un estudio minucioso de la situación de la mujer en Nicaragua. El estudio «Mujeres Brechas de Desigualdad», es un compendio de análisis legislativo, cuyos resultados son el fruto de un amplio proceso de consultas en 14 departamentos del país y la Región Autónoma del Atlántico Sur.

¿Quiénes lo hicieron posible?:

Participaron representantes de 257 organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil, 28 instituciones del Estado y 41 agencias de cooperación internacional.

Fortalezas y debilidades:

Fortalezas: – Plantea la creación de instancias que velen por el cumplimiento de los preceptos consignados en la Constitución y los acuerdos internacionales suscritos por Nicaragua que protegen los derechos de las mujeres. Debilidades: -El texto pasó por alto modificar enunciados del Código Penal, el cual criminaliza a las mujeres que practiquen el aborto con fines terapéuticos. – El ente rector, el Instituto de la Mujer, tiene un porcentaje del presupuesto que no llega al 0.5% y en dos años ha tenida 6 ò 7 directoras.

¿Qué aprendimos?:

– El utilitarismo con que se ven los derechos de las mujeres. – Lo central que es la política para avanzar en una agenda de género.

Organización:
Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM)

Contacto:
Azahálea Solís Román

País:
Nicaragua

Correo:
[email protected]